Mi regreso se debió a que la situación económica del país se tornaba cada vez más difícil y no podía viajar como deseaba para estar al lado de mi hermana.

No vendí mi casa de Cumaná, pues me estaban dando muy poco dinero por ella. Así que decidí, "desarmarla". Es decir, quitar los tubos, los techos, las rejas, los chaguaramos, todo lo que podía quitar. Busqué a un albañil para hiciera el trabajo y para que luego se viniera para Carúpano a armar mi nueva casa. El pago por el trabajo era la casa de Cumaná.

Mi sueño siempre había sido tener una casa colonial, con puertas antiguas y grandes ventanales de madera. Como pueden ver en la lámina, mi casa nueva estaba muy abandonada; pero eso no me desalentó. Sentí que había llegado al lugar idóneo para concretar mis ideas de remodelación. Siempre veía antes de dormir programas televisivos en los que transformaban casas horribles en nidos de paz y amor.

De hecho, la idea de desarmar la estructura de mi antigua casa para utilizarla en la nueva lo vi en uno de esos tantos programas, y me pareció una idea genial.

Así comenzó la transformación del "patito feo" al "cisne" de mi casa soñada.

La que está vestida de azul soy yo. Me puse a ayudar a pintar los tubos del techo del porche.

Así quedó mi fogón:

Y así la fachada de mi casa soñada, modelo colonial.

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Gracias, @rasinkani por brindarme la oportunidad de narrar esta historia de sueño realizado.