Mis primeros cinco años tienen que haber sido muy plácidos y organizados porque no recuerdo nada significativo de esa época, solo retazos que me llegan como flashes: las idas a la playa, jugaba mucho en la orilla y cuando me metían al agua a darme el respectivo baño para sacarme la arena, formaba un verdadero berrinche cada vez que venía una ola y entre gritos, mocos y agua igualmente salada se terminaba el juego; paseos al Coney Island, recuerdo dar vueltas en unos carritos que en algún momento pasaban cerca de una fuente y me caía agua (este recuerdo ha salido mientras redacto el post; evoco también las escaleras del edificio y que una vez rodé por una de ellas, pero no pasó mayor cosa, salvo que no me gustan las escaleras mecánicas. ¿Tendrá algo que ver?

_{A la edad de cinco años.}

Yo nací en Caracas, la capital, hasta los siete años viví allí, en un apartamento. No veía tierra por ninguna parte. Me contaba mi mamá, que en una visita que le hicimos a mi abuela en Maracay, quien sí tenía una casa con solar o patio, yo escondí tierra y llevé para el apartamento para jugar con ella. Recuerdo bien mi necesidad de jugar con tierra, era algo nuevo y llamaba mucho mi atención.

Nací un 10 de marzo de 1956, bajo el signo de piscis, no era éoca de ecosonogramas así que fui una sorpresa para mis padres quienes esperaban un niño. Estuve usando franelas de varón hasta el año o más. Esto era algo lógico, los padres preferían comprar ropa de varón, que de niña; era más fácil vestir a una niña de azul que a un varón de rosado, entonces ese fue mi caso. Cuando tenía dos años y medio nació mi hermana, somos dos nada más.

_{A los seis meses, con mi mamá}

Lo más bonito de la infancia es el juego.

Cuando tuve los siete años mis padres tuvieron que dejar Caracas y se fueron a vivir a Maracay, al principio con mi abuela, mientras terminaban de construir nuestra casa. Jugaba muchísimo con mis primos. Mi tía tuvo 7 hijos, yo era la mayor de los nietos, no era la que comandaba los juegos porque tenía una prima un año menor que trepaba los árboles, andaba descalza, y tenía el ingenio para inventar los juegos que luego yo secundaba. Nos metimos en problemas muchas veces, como la vez que le hicimos comer la raíz de una planta a uno de los menores con el cuento de que era yuca y el niño comenzó a sentir ardor en la lengua y empezó a dar gritos.

Nos enemistábamos y al rato estábamos nuevamente jugando: el Loco, la Patilla, El Angel Bueno y el Angel Malo, El Palito Mantequillero, La Gallinita Ciega, este último era uno de mis preferidos. Me gustaba ese juego porque luego en casa mi hermana y yo nos vendábamos alternativamente, nos dábamos vueltas y luego una le indicaba a la otra por donde estaba, obvio, no era el lugar que decíamos. Ya mi casa tenía patio y había lugares con zanjas y piedras que hacía que nos cayéramos, el juego era divertido pero peligroso, hasta que nos lo prohibieron.

Con los primos también jugábamos a los policías y ladrones, había muchas películas en la televisión donde aparecía este tipo de personajes que luego iban a ser dramatizados por nosotros. En una oportunidad jugamos a Las Comadres, yo llegaba de visita con una muñeca en brazos, nos sentábamos con las piernas cruzadas y simulábamos que tomábamos alguna bebida; el compadre, mi primo, decidió que había que reparar la casa y se subió encima del rancho, (en ese entonces mi tía tenía su casa hecha de zinc) él comenzó a darle con un martillo desde arriba del techo y se vino con parte del mismo hasta el suelo. El estruendo fue feo. Esa vez me salvé del castigo porque no había sido iniciativa mía que él se subiera.

_{En un paseo para el Parque del Este.}

Con mi hermana Jugaba mucho a las muñecas, con historias imaginarias que podían llevarse días, parábamos en la noche y al día siguiente continuábamos donde habíamos quedado. Las muñecas llevaban una vida paralela a la nuestra, se casaban, había fiestas de cumpleaños, en una oportunidad también hubo un muerto y organizamos el sepelio en una caja de zapatos, con llanto incluido. Eso era bueno, nuestros juegos tenían drama y comedia a la vez.

_{Con mi hermana en el frente de la casa de mi abuela en los años sesenta.}

Entonces llegó la Escuela, la maligna y endemoniada Escuela, con sus despiadados niños, que me ponían sobrenombres, me robaban la merienda o impedían que la comiera, además de una maestra chillona que aplicaba el castigo físico. Gracias a esa experiencia me hice educadora para no repetir con otros lo que hicieron conmigo, y gracias también a ello, como madre estuve pendiente de que mis hijos no padecieran las torturas del ambiente escolar y gracias también a ello, conocí a Zuleida, una niña un año mayor, que estudiaba en el mismo salón, nos hicimos amigas y hoy, 57 años después, aún lo sigue siendo.

No recuerdo una comida en especial que fuese mi preferida, aunque sí lo pienso bien creo que era la sopa de garbanzo con mondongo que a veces hacía mi mamá, también los pimentones rellenos.

Los cumpleaños no pasaban inadvertidos porque una tía con la cual me llevaba muy bien, me “sorprendía” con una bolsa de golosinas. Eso era realmente un regalo, aquella bolsa de papel repleta de golosinas me duraba todo el día y volvía mi cumpleaños un día especial.

Pero los días que recuerdo con más agrado eran los de navidad. Esta se convirtió en una sensación, un olor a alegría, algo muy difícil de definir, pero que puedo sentir cuando se acercan los días navideños. La emoción por la espera del Niño Jesús, jugar con las hojas que desechaban los adultos que hacían las hallacas, simulando con los primos que también hacíamos las propias.

Escuchar a los parranderos que llegaban con su cuatro, furruco, tambor, charrasca y maracas a cantar e improvisar versos para mi abuela y mis tías era para mí muy agradable. Ya vendríamos nosotros luego con latas de leche a entonar nuestros propios villancicos y animar nuestros juegos con alegría y sobre todo muchas risas. Definitivamente: recordar es vivir.

Agradezco a @dasuni por la creación de este concurso en la comunidad de Steem Sri Lanka, si deseas participar te invito a leer las instrucciones aquí..

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Contenido original
Pido disculpas por la calidad de las imágenes son fotografías en blanco y negro que han ido perdiendo nitidez. Forman parte de mi colección personal.

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Este post ha sido realizado en powerup 100%

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@charjaim