Todos hemos sabido de personas que alcanzaron a tener mucho dinero pero nunca se sintieron felices del todo y es que pareciera que éxito y felicidad van de la mano, pero no así dinero y éxito. ¿Qué hace que podamos tener éxito o no? En mi experiencia se trata de una cuestión de actitud. Pienso que todos podemos ser exitosos en algo, solo si nos proponemos.

La vida es la suma de pequeños logros: académicos, personales, económicos, artísticos, entre otros. Suma también aquí la visión de fracaso que manejemos. Si nos defraudamos y damos por perdida la batalla en la primera derrota, no podremos disfrutar nunca del éxito. Este llega muchas veces al primer intento, pero otras tantas hay que insistir.

_{Mi satisfacción al ganar el premio único en la exposición de pintura por los 51 años de la Escuela de Arte Juan Lovera, al lado de un artista plástico.}

Muchas veces toca desaprender lo que se nos ha enseñado, para afrontar otras experiencias. Existen muchas creencias que son limitantes; en nuestro país, por ejemplo: los dichos y refranes están cargados de una sabiduría popular, que muchas veces contradice los deseos personales y ejercen un tipo de influencia negativa, tal es el caso de este: “loro viejo no aprende a hablar” con el mensaje de que una vez que se alcanzó cierta edad es mejor no tratar de aprender un oficio o hacer una actividad cualquiera. Es mejor no dejarse llevar por las opiniones contrarias a nuestros principios.

Mis secretos para el logro de lo que nos proonemos tienen que ver con el enfoque, la organización y la actitud.

Enfoque
Estar enfocados significa tener muy claro el “para qué” deseamos algo. Es el punto de vista, la perspectiva que debemos tener, nuestra visión, esto permite aclarar si no se trata de un capricho, una moda o un antojo pasajero cuyo logro no va a significar nada especial, o si obtenerlo es una victoria que va a llenar el espíritu, o dará beneficios económicos importantes, entre otras cosas.

Cuando se entiende el “para qué”, el camino para conseguir ese logro se ve más claro y se pueden organizar los pasos para llegar a él. En nuestras actividades docentes nos hemos conseguido estudiantes que no están motivados realmente, hacen el esfuerzo para satisfacer a otros, generalmente a sus representantes, pero no son sus metas personales, esto crea obstáculos muchas veces insalvables, pero los que sí están enfocados afrontan las dificultades con otras acciones y actitudes.

Organización
Es importante en todo proceso tener unos pasos previos bien definidos, con fechas y actividades que eviten el desorden y vayan dando pistas de cuál es el avance y cuánto falta. Sin esta la persona solo da tumbos, sin mucho tino ni acierto y pierde la posibilidad de obtener la conquista. Una sencilla agenda personal puede ser el primer paso para comenzar a registrar lo que debe hacer para lograr su objetivo.

Actitud
¿Qué hacer con el fracaso? es la pregunta que podemos hacernos, no toto el tiempo las situaciones salen como esperamos. Ante ello tener una actitud positiva, que vea los desaciertos como pasos previos y no como errores garrafales por los cuales hay que deprimirse y dejar de intentarlo. Todo lo contrario, la actitud positiva dará un nuevo empuje: lo que no salió bien quedará como experiencia para no repetirla y lo que sí fue un avance quedará como un piso para continuar.

Estos tres aspectos que me he mencionado pueden funcionar para el caso de las adicciones. Recuerdo que en un momento de mi vida tuve adicción por el cigarrillo. Muchas veces había intentado dejarjo pero era más fuerte el hábito. Yo quería ser madre y salí embarazada, toda mi atención se volcó a ese objetivo, no quería que nada fuese a causarle daño a mi bebé, por lo que me enfoqué en lograr esa meta. Organicé mi vida, mis comidas, mis horarios, mis actividades, sin perder de vista el “para qué”; mi luz, mi horizonte, era traer al mundo a un hijo sano. Ese comporamiento se mantuvo inclusive después de que mi hija nació, debía amamantarla y no deseaba que sustancias extrañas interfierieran en su desarrollo, mi actitud de madre responsable y comprometida con la salud de mi hija hicieron que todo saliera de manera exitosa y yo dejara un mal hábito.

Este comportamiento lo tuve también con mis estudios, enfocada en lo que quería y cuando algo no estaba de acuerdo a mis planes organizaba nuevas estrategias hacia el logro de mi cometido. De igual manera en mis actividades laborales.

_{Año 1999, graduación de la maestría en Ciencias de la Educación, mención Docencia Universitaria, uno de mis postsgrados.}

No siempre ha salido bien lo que he planificado, pero no he permitido que la frustración me gane. Sigo adelante con nuevos proyectos. Creo que todos podemos ser exitosos en lo que nos proponemos aunque económicamente no seamos prósperos o tengamos muchos bienes, siempre existirá el espacio donde podremos ver cristalizados nuestros sueños.

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