Lastimosamente, la idea de mantenerla libre de intrusos para que siempre se vea bonita es una tarea que se ha vuelto prácticamente imposible. Aunado a lo anterior, los niños de la comunidad muchas veces se sientan en esa grama a jugar y la rompen, y lo peor de todo, es que lo hacen en esas condiciones. La verdad es que con estas acciones lo que hacen es destruirla aún más.

Uno de los peligros a los que se exponen estos niños, es al riesgo de contraer alguna enfermedad a causa de los excrementos de estos animalitos. Los perros son hermosos, pero sus heces pueden comprometer seriamente nuestra salud.

Por otra parte, la basura y la suciedad, además de que deslucen cualquier área de nuestra comunidad, constituyen un foco activo de contaminación y favorece a los malos olores.

Para poner en marcha una acción en pro de mejorar la condición de este pequeño espacio, la grama fue podada hace varios días, pero por razones que desconozco, todos los restos los dejaron al frente de mi casa. Mi granito de arena consistió en dejar bien limpio ese lugar. Primero, fui al Supermercado y compré una bolsa grande para depositar los desechos.

Luego, me puse arduamente a limpiar esa zona que está justo al frente de mi casa. Además de la grama seca, había excrementos y basura de todo tipo. También aproveché de retirarle a la grama, algunos brotes de monte que le habían crecido.

El resultado, un lugar limpio, sin olores desagradables y una vista más atractiva para todos los transeúntes del lugar.