La actividad paranormal es sin duda una de las cosas que siempre queremos descubrir, por el simple hecho de ser un misterio, y lo que no conocemos o vemos atrae al ser humano, por ser genéticamente curiosos.

Recuerdo que estábamos en una reunión familiar, tendría en esa época como 14 años de edad, y por curiosidad, escuché una conversación entre mi tío, que en ese entonces estudiaba para Bioanalista, en la ciudad de Maracaibo y miembros de mi familia.

La charla solo de adultos, entre ellos mi papá, quien estaba muy atento e incrédulo a lo que mi tío contaba. Me acerqué porque ví en su rostro mucho miedo y confusión.

Estando mi tío en Maracaibo, en su residencia, todos sus compañeros de cuarto decidieron irse a casa de sus familiares, ya que era un fin de semana largo, y él decidió quedarse y no viajar a Coro. Aprovechó para estudiar y repasar unos temas pendientes de su carrera.

Así transcurrió el tiempo hasta que el cansancio comenzó a fatigarlo y decidió acostarse a las 12 de la media noche. Apagó las luces y solo dejó la luz del baño encendida.

Se recostó en la cama de abajo de su litera buscando una posición para que la luz del baño no le molestara. Al voltearse sintió una mirada penetrante como si alguien lo estaba observando. Lentamente giró la cabeza y vio que en la cama de al lado estaba una persona acostada.

Rápidamente y casi sin respiración se tapó de pies a cabeza y como pudo por una hendidura de la sabana miró a través de ella para ver si el hombre seguía ahí.

El hombre en cuestión estaba como flotando y se reía, sus ojos eran 2 orificios, vestía de campesino y con un sombrero de paja.

Esa extraña actividad paranormal lo desveló por completo y lo hizo rezar hasta que por fin amaneció.

Desde entonces, tanto él como yo que escuché su historia, dormimos tapados de pies a cabeza, por si algún campesino nos quiere mirar.

Aquí les dejo el enlace para que se animen y unan a este escalofriante y divertido reto @albaandreina @mmartinezt @mariarodri85