Ciertamente la comunicación que los padres deben ejercer con sus hijos así como los maestros con sus alumnos es vital, creando un vínculo de confianza para que los niños pueda expresar libremente sus inquietudes, que se sientan valorados, reforzando su autoestima como su primera defensa ante el abuso. Esa comunicación es esencial porque al fallar nos enteraremos muy tarde cuando el daño está hecho. El problema se puede evitar con la actuación oportuna de los padres y maestros.

La otra situación desfavorable es el entorno observador o pasivo ante el acto abusivo, Los famosos observadores de palo que no hacen nada para evitar o defender a los niños.

Realmente hay que establecer algún mecanismo de denuncia y debate en las comunidades educativas para tratar los casos presentados y implementar las medidas sancionatorias para los abusadores, sentar precedentes es una buena táctica persuasiva.

A veces me pregunto que es peor, ¿éstos observadores de palo o los ejecutores directos del abuso?

Gracias por compartir tan excelente contenido de este tema que aporta mucho conocimiento.

Saludos, éxitos y bendiciones.