Pájaros demasiado humanos

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha elevado la vista a las alturas, donde siempre ha situado la morada de la invisible, inefable e incognoscible Divinidad, y siempre las ha contemplado con impotente envidia.

No es extraño, entonces, que deseando volar como ellas, a las que consideraba como las mensajeras de los Dioses, el hombre siempre haya soñado con tener alas.

El Cristianismo, por otra parte, no tardó en sustituir la mariposa con la que los antiguos griegos personificaban el Alma o la Psyké, con la figura de un ave, sustituyendo, además, a los familiares daimones o espíritus familiares y guardianes, con la figura de los ángeles, a los que el director de cine, Frank Capra, añadió la leyenda del sonido de unas campanillas para indicar que incluso los ángeles tenían que ganarse sus alas.

Y ahora yo les pregunto: en un mundo donde lo Fantástico no tiene por qué estar reñido con lo Imposible, ¿qué pensarían si alguna vez se encontraran con un ave demasiado humana?.

Buen fin de semana a todos, no dejen nunca de admirar a estos increíbles seres y no olviden que en el Mundo del Espíritu cualquier cosa es posible y los encuentros, cuanto más extraños, mejor.

AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual.