CONCURSO: Un poema a la naturaleza - Un poema a la madre escultora

Edición hecha aquí por mí, Isabella Moreno.

Un día se levantó la naturaleza
dispuesta con su magia a crearnos con bravura.

Con sus inmutables manos,
la escultora madre,
que creó inmensas y prodigiosas criaturas,
se levantó como la reina de miles y millones de tierras colosales.

Con la pureza de un crío mimado,
dio identidad y nombre
razón y sentido
a cada una de las partículas de la Tierra;
se irguió entre los mares,
entre sus propios hijos extraordinarios,
como la creadora impoluta
invencible e inamovible
cuidadora y vigía de su propio mundo.

Dio origen a pequeños e inocentes brotes
que luego darían de comer a los cachorros
que amansarían la tierra y los cielos con su estar
y acariciarían un ciclo inmutable y perfecto
del cual nadie perdía
ni nadie ganaba
¡Pura y llana justicia!

Dio sabor a los frutos
Dio color a los pálidos
Dio olor a las flores

Sí, con cariño
Sí, con amor
Sí, con delicadeza
¡Ojo!

El origen puede regresar
Lo que crea destruye
Y la madre reina impoluta
nos recuerda desde su trono
que hormigas somos
y como hormigas nos quedaremos.

Tiene el poder definitivo en sus manos
un corazón que late y retuerce el universo
sus lágrimas se derraman en tornados imparables
y sus rabias en explosiones abrasadoras.

A cuidarla
tal como ella nos levantó desde las cenizas...
¡La madre naturaleza!
Que nos ama y envuelve en ella,
como sus hijos y creaciones innegables,
¡vivamos por ella!