– ¿Un último deseo? –

El sentenciado que había se había mantenido erguido y con la frente en alto mientras miraba fijamente a la multitud, desvió su mirada para conectarla con el de su verdugo.

A los pocos segundos quito su mirada del hombre frente a él, volvió a morara hacia la multitud y luego de un gran respiro para luego comentar con voz fuerte.

– Lo que no se conoce produce miedo. El miedo se convierte en odio. Y este último lleva a cometer los actos más viles que un humano pueda imaginar. –

El silencio domino el lugar, hasta los grillos dejaron de grillar.

– Es exactamente lo que está pasando hoy. Lo desconocido por ustedes les produce miedo y ese miedo los llevo a emitir un juicio que dio como resultado mi ejecución. –

– Todos están de acuerdo con el veredicto y lo celebran como si se tratase de un bien para la sociedad, como si fuese lo mejor. ¿Lo mejor? ¿En realidad considera que es lo mejor? –

– No es lo mejor. Simplemente es lo más conveniente para la mayoría. No porque sea alguien peligroso para ustedes. Solo lo apoyan porque él no ser del común me convierte en alguien peligroso. –

Hizo silencio por unos segundos en los cuales pensó rápidamente mientras veía a la multitud. Suspiro con gran fuerza y prosiguió.

– Históricamente se ha sentenciado a quienes son diferentes. Esto en todos los ámbitos de la sociedad. Por religión, por ideales, por pensamientos. Siempre ha existido un juicio emitido por quienes creen tener la verdad entre sus manos. –

– A pesar de que en la actualidad no se asesina directamente a quienes actúan, piensan o viven diferente al resto del sistema, es la exclusión el arma que se usa para alejar a quienes se consideran las ovejas negras. –

En la multitud comenzaron a emerger risas burlonas e improperios que iban en aumento. Esto hizo que el sentenciado dejara de hablar. El verdugo, que mostraba una gr5an sonrisa en su rostro, levantó la mano derecha en señal de que todos hicieran silencio.

Al volver a estar todo dominado por el silencio, el verdugo hizo seña al sentenciado para que continuara.

– al final, todos ustedes no me odian, simplemente me temen por no comprender por qué quiero vivir mi vida de una manera diferente. Simplemente no entro en los esquemas que les han implantado. –

– No puede existir nada peor que un ser que es incapaz de vivir su vida de la manera que siempre ha querido vivirla. Esa incapacidad se transforma en frustración y esta, al igual que lo desconocido y el miedo, lleva al odio. –

– Dos caminos, un mismo destino. Juzgar y sentenciar a quienes son diferentes. Sin respeto a sus pensamientos, a sus creencias, a su realidad. –

– ¿Mi último deseo? Sencillo. Solo deseo que algún día sus mentes sean liberadas del yugo de lo banal, de lo impuesto, de lo supuestamente normal. Deseo que cada uno de ustedes que hoy celebran y apoyan mi sentencia, puedan abrir realmente sus ojos y comenzar a pensar por ustedes mismos. –

El sentenciado quedo en silencio viendo fijamente a la multitud con su frente en alto y su pecho fuera. No tenía, no sentía dolor, simplemente seguiría siendo lo que él siempre ha querido ser.

El verdugo giro sobre sí mismo y camino a ocupar su posición de inicio. Una vez en su lugar, el hombre en alto su brazo derecho como señal de ejecución. El pelotón de fusilamiento se puso en orden.

Con voz fuerte dio la primera orden:

– ¡Prepararen! –

Inmediatamente la mujer de silicón y emulsión, el hombre con el libro sagrado en su mano, el joven esteroide, la jovencita precoz, el hombre de los mareos, la mujer que cuentista, la pareja erudita, entre otros, se alistaron.

– ¡Apunten! –

El pelotón dirigió sus armas preferidas, lengua e imaginación, hacia el sentenciado.

– ¡Fuego! –

Desde ese momento el sentenciado quedo marcado y execrado del sistema.

Fuente

F I N

¡Saludos!... un cordial saludos a todos los miembros de la comunidad #ColombiaOriginal y al resto de la gran familia #Steemit.

Es algo sencillo. Nunca lograremos avanzar socialmente si nunca logremos aceptar las diferencias que puedan existir entre cada uno de nosotros. Simplemente no basta con posicionarse en un grupo mayoritario.

Tiene que pensar que la mayoría no otorga la vedad ni el poder real. Si esto fuese así, no existiría las minorías.

Es que no se puede vivir la vida siguiendo patrones solo por estar de moda o por ser, supuestamente, más sencillos. Hay que tener un criterio propio y dejar de convertirse en jueves y verdugos de quienes son diferentes a nosotros.

No es una tarea fácil, pero hay que trabajar para lograr el respeto hacia quienes no son iguales a nosotros.

Emoji creado en Bitmoji. Diagramación de mi autoría

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