Saludos a todos los parceros que habitan en este universo. Por acá vengo a mostrarles mi encendido original que, para mi fortuna, ha sido el más alto que he realizado en todos los años que llevo en la plataforma, lo cual me hace muy feliz. Pero antes de eso, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre las celebraciones de 15 años, ya que el sábado asistí a una, muy linda.

La vida se compone de momentos, algunos gratos, otros no tan gratos; y es que nuestra memoria tiene el don de retener situaciones felices o infelices en el álbum llamado existencia.

Aún recuerdo mis quince años. Fue en un club cercano a mi casa, asistieron mis amigos del liceo, mis familiares, los amigos de papá y de mamá. Ellos invirtieron dinero y tiempo para que todo quedara bien, yo siempre se los agradecí, porque bailé toda la noche, ya que me sentía la reina del lugar. De eso hace ya 36 años, y no olvido ningún detalle relacionado con esta fiesta; mi vestido que tenía las mangas como las de "Locomía", pero que me encantaba. De hecho, aún lo tengo, la entrada con la música de Richard Clayderman, el vals de los Terrícolas, "Quince años". Todo, absolutamente todo, volvería a vivirlo con la misma felicidad de mi juventud.

Sin embargo, a la fiesta de quince años que asistí, noté que la quinceañera casi no tenía invitados, pues la mayoría de los invitados eran adultos. El problema de la poca asistencia de jóvenes se debió a que el lugar escogido para la fiesta era distante, y los padres de los amigos de la quinceañera no se arriesgaron a dejarlos ir solos.

La quinceañera no lucía feliz, no bailó nunca las canciones que sonaban en "su fiesta", pues la escogencia musical la realizaron sus padres: merengues, salsa y vallenato. "Cero regaettón" dijo el papá al chico que estaba frente al sonido.

Así la joven quinceañera se conformó con pasarse toda la fiesta hablando con dos primas y un chico que la estaba enamorando.

Al salir del cumpleaños no pude evitar pensar en mis padres incultos, y en estos amigos míos universitarios; y me dije: "La diferencia de pensamiento es grande. Ellos hicieron una fiesta para que los invitados sintiéramos que ellos tienen dinero para derrochar. Mis padres hicieron una fiesta, que yo no olvidara nunca".

Creo que tenemos que aprender más de nuestros padres y de nuestros abuelos. Tal vez, ellos tengan el remedio para paliar los problemas sociales y familiares que abundan en este siglo XXI.

Saludos a todos. Ahora sí paso a mostrarles mi encendido: Como pueden ver, tenía en mi monedero 392.779 steem, y un steem power de 7.038.

Entonces decidí encender 197 para seguir en el #Club5050.

Y así subió mi steem power a 7.235. lo cual me hace muy feliz.

Me gustaría invitar a mis amigos: @evagavilan, @tocho2 y @inspiracion.