Soy gesto y muecas sin fin
Mi rostro vibra con las emociones
Comunica sin decir palabras,
Traiciona al subconsciente
Aprendí a reír con la mirada
y mi nariz enrojece con las lágrimas
Oigo con el corazón
así diferencio la verdad de la mentira.
Mi olfato es nulo,
nunca huelo el peligro,
pero suelo salvarme de él.
Percibo la magia del mundo
en los otros seres humanos,
he aprendido a hablar con los más fieros
y a descubrir que en la ira y en el rencor habita el dolor,
pero también la bondad.

Las hormonas me traicionan con frecuencia,
entonces soy yo, pero no soy,
me cuesta tolerarme,
busco motivos para contradecir al mundo.
En momentos, lloro;
en otros, enfurezco
Lo llamas: Altibajos femeninos.

Me invento la alegría y
desaparezco las tristezas.
Transformo las cartas del destino
en palomas blancas
que reclaman libertad.
Me bebo la vida como un sediento
y me abrazo al diario vivir
como un niño al regazo de su madre.
Construyo mi felicidad,
palmo a palmo, y sin prisa,
cosiendo retazos de momentos.

Este poema me ha dado la oportunidad de describirme en versos. El 12 de este mes cumplo 49 años de vida, y si existe una palabra con la que pudiera definirme esa es: Realización personal. No me reprocho nada; y aunque sé que esto no pareciera serles original, para mí, sí lo es, porque todos los seres humanos somos únicamente únicos.

Invito a mis amigos: @rosita1, @acostacazorla y @genomil.

Si deseas unirte a este concurso, aquí la información

Publicación configurada para beneficiar con el 15% a @co-charity50pc