Cuando llegué a mi nueva casa, de eso hace cuatro años, esta se encontraba tal y como la habían entregado: las puertas y las ventanas eran de hierro y estaban oxidadas. Eran realmente feas. Cuando comencé a reparar las paredes del porche, la fealdad de estas se acentuó considerablemente, fue entonces cuando hablé con los albañiles y les pedí que me averiguaran dónde podía hallar unas puertas antiguas, pues mi proyecto era tener una casa estilo colonial. Fue así como di con un señor que se encargaba de reparar casas del casco histórico de la ciudad y que tenía en su depósito muchas puertas que la gente descartaba para sustituirlas por otras más modernas.

Al visitar el depósito del señor Elías me emocioné viendo todas las antigüedades que había en su depósito. Compré dos puertas con sus marcos, una grande de 3.20 metros de alto de la que salieron las dos ventanas, y la otra que utilicé de puerta principal. Además compré un palo grueso y pesado para hacer el alféizar de las ventanas. Por todo esto pagué 50 dólares. Por si no lo saben una ventana de pardillo con su marco cuesta 100 dólares. Eso significa que si hubiese adquirido las dos ventanas de mi casa y la puerta en una ferretería hubiese tenido que gastar cerca de 400 dólares, porque la puerta cuesta 200.

Bueno, y ya que les he hablado de cómo adquirí las puertas y las ventanas, y también les hablé del costo, solo falta mostrarles cómo lucían antes y cómo lo lucen ahora:

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Todas las fotos son de mi propiedad.