Te vas a equivocar, no puedes evitarlo.

A mí me encantaría hablar inglés pero ya soy adult@. ¡Qué pena aprender ahora! ¡Me voy a equivocar!

Me gustaría aprender a bailar, pero eso no se me da, soy mala para eso, entonces no me atrevo.

Me gusta pero prefiero no intentarlo...

¿Cuántas veces he escuchado esto?

Queremos que el camino a nuestro objetivo esté siempre despejado, sin ríos que nadar, sin piedras en el camino, sin curvas, sin escalas... Queremos un ascensor que nos lleve del punto A al punto B. Sin pasar la incomodidad de equivocarnos.

La verdad es que te vas a equivocar, no hay de otra, aún teniendo un talento natural para algo eso no nos hace perfectos, el ser humano es falible, especialmente cuando se está iniciando una nueva disciplina.

El camino al aprendizaje está lleno de errores. Cuando comenzamos a desarrollar una nueva actividad hay que tener el coraje para pasar el ridículo, para hacerlo mal. No hay de otra, no podemos saltarnos esa etapa de ser principiante, donde al aprender canto desafinas, donde al intentar bailar no sabes moverte,o donde por más que sumes y restes la cuenta no te da...

Admiramos tanto a las personas exitosas, admiramos tanto sus éxitos, que se nos olvida que ellas también comenzaron en algún momento y también lo hacían mal cuando comenzaron. Todos tuvieron un "antes", aunque nosotros solo veamos el "después" en ellos.

El miedo a quedar mal, a sentirnos insuficientes, poco inteligentes, sumado a la extrañeza de estar en la posición de quién no sabe y tiene que ser guiado, es incómodo.

Lo sé, por eso es de valientes intentar cosas nuevas, es de valientes desafiar tus límites y decir voy a volver a intentarlo, todas las veces que sea necesario.

Pero si aprendes a tolerar ese periodo de torpeza y confusión que da la falta de conocimiento. Sí trabajas la confianza en ti mismo, y te quedas a pesar del desacierto, del error, de la mirada compasiva y a veces de pena de aquellos que dominan más rápido esa habilidad que buscas adquirir. Sí tienes el coraje de quedarte, tu cerebro hará las conexiones neuronales necesarias y el aprendizaje será inevitable.

La dicha, la satisfacción personal de haber logrado algo que te costaba no tiene comparación con nada. Valoramos más lo que nos cuesta, mientras más difícil el camino, más se disfruta la meta.

Confía en ti, con el simple hecho de ser un ser humano ya tienes todo lo necesario para poder lograrlo. No dejes que el miedo a equivocarte te paralice y límite tu potencial.

Cambia la perspectiva y valora el progreso que haces en cada paso, no seas tan exigente contigo mismo y quédate el tiempo suficiente para que comiences a sorprenderte a ti mismo con lejos que puedes llegar solo por ser constante.