Ese día cambio mi vida, la bocina de ese auto, sus luces acercándose a mi cada vez más, cerrar mis ojos solo a la espera de aquel final, un final que no llegó, sino todo lo contrario, fue el comienzo de la historia de mi vida...

Aún con mis ojos cerrados pensaba que paso? Donde está el golpe que posiblemente me mataría? Abrí mi ojo derecho y dos segundos después el ojo izquierdo, no podía creer lo que veía, como era que podía estar en un bosque, donde estaban los autos y la ciudad?

Mire a mi alrededor y no había nadie cerca, y me dije "ok Sabrina, respira y busquemos una salida". Comencé a caminar hacia una pequeña montaña desde ahí tendría mejor vista; efectivamente fue así, logré ver una cabaña no tan lejos, así que sin demora comencé a caminar hasta allá.

Llegué y al tocar la puerta un hombre alto, moreno, y algo delgado abrió la puerta,¿ como es que estás aquí.? Fue lo primero que salió de su boca al verme. Solo pude decirle que no tenía ni idea de cómo había llegado hasta ahí, conversamos por un rato y pude contarle lo que me había sucedido, no creerán lo que me dijo, pues a mí también me costó creerlo...

- en ocasiones las personas como tú y como yo damos saltos en el tiempo, no lo controlamos, solo suceden bajo una emoción fuerte y muy ocasionales, no podríamos adivinar que detonará el salto. En tu caso fue estar apunto de ser atropellada.

Aunque me costó creerlo no había otra explicación, me dijo que me ayudaría, así que me tocó confiar en un completo extraño llamado Jim, esa noche preparamos el lugar que sería mi dormitorio, al día siguiente comenzamos a realizar cosas que acelerarán mi corazón, desde salir a cazar venados hasta ser coleados por uno, nos lanzamos al río, trepe un árbol gigante, dispare con un arco una flecha a una lata a su cabeza, afortunadamente solo rozo su oreja.

Pero nada funcionó así pasaron los días y nada lograba hacer que regresara a mi vida anterior. Pero esa había sido una de las mejores semanas de mi vida.

Quise preparar algo distinto, así que prepare una canasta con frutas y meriendas y nos fuimos a la cima de la pequeña montaña, cayó la tarde y después de tantas risas Jim colocó su chaqueta negra en mis hombros para cubrirme del frío, nuestras miradas chocaron de una manera que nunca antes.

-Creo que no es tan malo el quedarme atrapada aquí- dije mientras me acercaba a él.

-Llevo 2 años solo en este lugar y nunca había tenido tanta paz como cuando te miro.

Sonreí y me acerqué aún más, mi corazón se aceleraba más y más, moría por besarlo, tan cerca de sus labios que cerré mis ojos, desde ese momento añoro verlo, sentir sus labios, desearía mirar aquel bosque en lugar de esta enorme ciudad.

Hoy con su chaqueta puesta, sigo intentando volver a él, y aunque no sé si aún siga ahí, iré a buscarlo.

Feliz de participar por primera vez en esta dinámica propuesta por @franyelisgonzalez, donde podemos poner a volar nuestra imaginación! Quiero invitar a @eumelysm @emmalucia y @andreinamorao a participar!