CONCURSO: "CREANDO HISTORIAS” "Viaje Inesperado" por Karupanocitizen

La suave y fresca brisa acariciaba su rostro, un olor silvestre, mezcla de madera, flores y un dulce aroma a pino inundaba su nariz. Esa mañana podía sentir como nunca la presencia de la naturaleza, el trinar de los pájaros, incluso casi podría sentir los pasitos que daban las hormigas en su ajetreada faena diaria, era como si tuviese un sexto sentido, uno que no había sentido nunca, uno que no lo protegió cuando más lo necesitó.

_{Imagen original tomada del concurso}

Por su cabeza insistentemente se repetían una a una todas las escenas vividas desde el día de ayer, era como ver una y otra vez una mala película cuyo final ya conoces y que te causa solo un sabor amargo en la boca. Era imposible apartar la mente del incesante martilleo de lo ocurrido, del sabor metálico del miedo, de ese vacío en el estómago que genera el sentirte atrapado y sin salida.

Tenía enfrente todo un universo nuevo, mil historias por vivir, un horizonte que recorrer y sin embargo se resistía a dejar atrás lo que por diez años fue su mundo, su “querencia” como dicen en el llano, si tan solo pudiera borrar la noche de anoche, pero el tiempo no funciona así, puede a veces ser dulce, puede a veces ser cruel.

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¿Pero cómo pudo haber pasado?, se preguntaba. ¿Cómo es posible estar en tan precaria situación?, el que siempre fue tan prudente, tan obcecadamente cuidadoso. ¿Qué pudo habérsele olvidado?, ¿cómo el destino en una fatal maniobra pudo colocarlo en tan deplorable situación?

De repente retumbando como un trueno, la voz de María, su mujer, destruyó en segundos la delicada paz que reinaba en el ambiente, las ardillas despavoridas treparon de tres saltos a lo más alto de los árboles, las liebres silvestres entre empujones y zancadillas se peleaban por ver quien entraba primero en la madriguera, ni que decir de cuatro gallinas que quedaron tiesas del susto víctimas de un infarto fulminante, todo el bosque tembló ante el atronador alarido:

¡Mario desgraciado, deja de estar pensando pendejadas con esa cara é bobo que tienes y acaba de irte¡¡Perro sinvergüenza te me vas ya de la casa!, justamente con la comai, justamente, ¡desgraciado!, arranca ya, cuento tres y llevo dos.

Mario no sabe si fue el pitido que le quedó en los oídos o el patadón que le propinó María y que lo puso tres metros más allá desde el sitio en el que antes había estado en estado de contemplación, lo que le aclaró el entendimiento: ¡si tan solo hubiese borrado esa foto del celular!, ¡eso me pasó por pendejo! y se fue cojeando por el sendero…

Espero que el cuento te hay sacado por lo menos una sonrisa, eso si no has vivido una experiencia similar a la de Mario, porque si te sientes identificado me disculpo por alborotar esos amardos recuerdos, je je je.

Muchas gracias a mi amiga @franyeligonzalez por la oportunidad de divertirme participando en tu ameno concurso, así como por el empeño que colocas día a día por motivar a los miembros de esta hermosa comunidad, se les quiere.

¡Nos seguimos Leyendo!

Nota: La imagen inicial de esta publicación corresonde a la edición del baner de la cueta comunitaria @colombiaoriginal, espero con esto no causar ningún incoveniente de lo contrario hagánmelo saber y sin problemas lo retiro, saludos. :)