¡NUEVO CONCURSO!! // "ES HORA DE PERDONAR" / "Perdonando a mi primogenitor." Club5050. El 15% en apoyo a la comunidad.

Saludos. En lo personal este es un tema que por muchos años he trabajado en mi vida. De momentos, con mucha frustración, donde he tenido que doblegar mi humanidad para lograr la libertad del perdón. Agradezco a @franyeligonzalez por traer a colación este lindo y liberador concurso.

Por lo que he aprendido, el perdón es borrar una falta, olvidar una ofensa, eximir a una persona de una deuda. ES SER LIBRE. Como mucha gente que le ha pasado, quizás en algún momento hubo alguien que te hirió fisica o emocionalmente y eso causó que en ti naciera cierto resentimiento o rencor hacia esa persona. Dijiste que lo olvidaste pero a pesar del tiempo hay algo en ti que esta oculto y te causa molestias. A mi me pasó.

Fui criado por mi madre y mi padre. Mi padre que falleció hsce Diez años. (Hace poco le escribí un post sobre él) fue el hombre que se casó hace muchos años atrás con mi mamá, ellos se separaron por un tiempo, y un ex novio de mi mamá la buscó, estuvieron juntos, y yo nací. Este hombre se desentendió, sugirió a mi mamá inclusive que me abortara pero mi mamá no aceptó y me tuvo. Luego de nacido, mi papá quien estuvo separado de mi mamá, la buscó y se reconciliaron, él me aceptó y me amó como si hubiera salido de él. Cuando ya tenía uso de razón, a los 7 años o menos, no lo recuerdo. Mi abuelo materno me dijo que mi papá no era mi papá y que yo tenía otro papá, eso creo muchas dudas en mí, y por eso hubo problemas entre mi abuelo y mi mamá. Eso creo en mi rabia hacia mi mamá, rechazo, mal genio, siempre andaba mal encarado y pasaba por odioso para los mayores. Sentí que odié a mi mamá a mi corta edad. Por el simple hecho de haberse metido con ese mal nacido (era lo que pensaba), por haber engañado a mi papá, por sentirme engañado. No le decía que la amaba, ni le correspondía los abrazos. Fue duro en mi niñez y adolescencia con ella. En cambio con mi papá fui dulce, y atento. A los 18 años, tuve una experiencia personal con Dios, y aprendí a perdonar a través de él. Entendí muchas cosas, y llorando le pedí perdón a mi mamá y lloramos, y ella me pidió perdón, le hice preguntas y ella aclaró mis dudas. Desde ese punto mi mamá se convirtió en mi mejor amiga hasta el día de hoy. Pero hay una parte, tiempo después, había algo que no estaba bien en mí, al recordar a mi primogenitor quien nunca he conocido, sentía cierta molestia. Y a pesar de no verlo. Lo perdoné, de verdad. Tanto así que intenté dar con él por Facebook, le escribí, pero nunca tuve respuesta. Hasta hoy no lo conozco pero lo bendigo. Deseo que esté bien. Quisiera conocer a mis hermanos. Ya que siempre me crié como hijo único. Sería chevere conocerlos. Hoy me siento libre.

La falta de perdón te envenena el alma, te hace ser insesible ante la gente, te hace estar siempre de mal humor, a veces, te hace doler el pecho. Te cierras a las personas, te cuesta recibir el perdón de los que te ofenden. Te priva de vivir una vida plena en amor con los tuyos. Te hace estar a la ofensiva siempre y te cuesta creer en los demás. La falta de perdón te hace sentir en ocasiones como una persona totalmente insegura, o puede ocurrir que te conviertas en una persona totalmente arrogante y prepotente. Y sabes que es lo más difícil que no lo vemos, por tanto no lo reconocemos. El perdón es una decisión más que un sentimiento. Dios nos perdonó por matar a Su hijo ya que Jesús murió por nuestras ofensas, pasadas y futuras. Ese ejemplo es el mayor ejemplo de perdón. No es fácil pero necesario. No por la persona que nos ofendió sino por el bien de nosotros, el perdón trae liberación a nuestras vidas. Decidamos soltar la pesada carga de la falta de perdón y abracemos el perdón. Creeme nuestra alma lo agradecerá.