Desde que te conocí, primero como vecina y luego como amiga, y hoy en día mi gran amiga, noté tu enteresa y capacidad intelectual. Juntos libramos esa gran batalla con los vecinos por un bien común. Tienes un gran espiritu luchador y lo mejor, saber disernir en momentos de apremio con gran control.
Estoy convencido de que la fuerza espiritual y el obrar en bien te hacen más fuerte y vencedor.
Saludos mi hermana!!
Me emociona leer este mensaje. Doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de conocerte a ti y a toda tu familia. Un abrazo inmenso.