¿Qué nombre le piensas poner a tu bebé?

El nombre de una persona es algo así como una señal sonora que activa o pone en funcionamiento a una computadora. De hecho, el cerebro humano es una computadora biológica. En efecto, si pronuncias el nombre de la persona, esta de inmediato, desvía su atención a la fuente del llamado.

Algunos afirman que el sonido que más le gusta a un individuo es precisamente su nombre; pero creo que hay veces en que esto no es cierto, debido a que a muchos padres se les ocurre poner nombres muy originales a sus hijos.

Acá en Venezuela, por ejemplo, los nombres más raros los podemos encontrar, sin duda alguna, en Maracaibo, donde no sé por qué razón a los maracuchos les ha dado por ponerles nombres griegos a sus muchachos; de allí que no es extraño encontrar personas llamadas: Pericles, Hermócrates, Sócrates, Platón, Perseo, Aristarco, entre muchos otros.

A diferencia de los anteriores, en Los Andes venezolanos suelen utilizarse regularmente los nombres escogidos en las efemérides del calendario. En consecuencia, si al nacer tienes mala puntería, es posible que, por ejemplo, te llegues a llamar: Ciriaco, Wenceslao, Generoso, Clímaco, Honorato, Mamerto, Hemerenciano, etc.

En vista de que los nombres del calendario no son tan simpáticos, salvo algunas excepciones, en las últimas décadas a muchas familias de la sociedad venezolana les ha dado por evitar que sus hijos sean bautizados con nombres tradicionales y, como salida, han optado por los nombres que se usan en otros idiomas; así, por ejemplo, Mary en vez de María; Peter en vez de Pedro; John en vez de Juan. De modo que acá encontramos no solo nombres ingleses, sino también franceses, italianos y hasta rusos.

(Estimo que no vayan a utilizar nombres chinos, japoneses o coreanos).

Sin embargo, hay gente que cae en el absurdo de inventar nombres raros y feos, dizque porque la primera sílaba es del papá, la segunda es de la madre y la tercera quizás sea de la amante.

Otras veces han llegado al colmo de poner nombres sacados de las series de TV, por ejemplo: Spiderman, Heman, Birdman.

Otra modalidad ha sido la invención de nombres que comienzan con “Y” o, en su defecto, que comienzan con la “J”, pero que se pronuncia como en inglés.

En conclusión, querido lector, tenga cuidado con el nombre que escoja para su bebé. Trate usted de que los demás en el futuro no se burlen de sus hijos o que estos, cada vez que les pregunten cómo se llaman, tengan que estar deletreando y repitiendo.

Hay muchos nombres latinos y/o bíblicos que son bonitos y esa podría ser la mejor opción.