¡Llegué, pude llegar!

Caminando entre montañas, me encontré alrededor de un abismo cuyo filo era muy engañoso, varías veces estuve al borde de la muerte, y el fondo del vacío no se lograba apreciar, era como un pozo sin fondo, desde abajo se puede apreciar todo, pero una vez ya arriba te de una sensación muy escalofriante al ver hacia abajo.

Me recuperé y seguí por el camino, me tocó avanzar solo y seguir el camino hacía la meta que me propuse, los demás eran muy lentos a su paso, por lo tanto tuve que poner marcha y avanzar con mi único amigo, dios, la montaña y fría brisa de la montaña.

Avanzando encontré dos senderos, uno era más estrecho que el otro, el más ancho era el que se veía mejor, menos piedras, más luz y con menos frío. Pero el camino estrecho era un poco más complicado, la humedad esta por encima de lo habitual, con piedras rigurosas y un camino muy muy estrecho.

Siempre me han gustado los retos, por lo tanto decidí continuar por el camino estrecho, luego de un duro camino, después de haber pasado por varios paramos, sobrevivir a los insectos por las noches, y el frío cuando llovía sin un techo con el cuál protegerme, quise seguir explorando mis limites y ver hasta donde podía llegar.

No lo niego, quise rendirme, estaba ya muy agotado, y a pesar de ser un viaje de 500 kilometros, mis pies comenzaban a sangrar, yo comenzaba a heder y mi cuerpo se comenzaba a agotar, tenía que tomar una decisión, nunca me ha gustado perder, tengo espíritu de ganador, y por lo tanto no me iba a rendir tan fácil, elegía la opción de seguir adelante sea cual sea el precio.

Con el paso de los días, el camino se veía cada vez más y más largo, creía que nunca iba a llega, es como si el camino se estuviera alejando y a su vez yo también, pero seguí y seguí, era algo que había ya planeado hace 3 meses, y no lo quería echar para atrás.

_Fuente

Los viejos sabios de esa zona me ayudaron, y me decían que era un camino imposible, que muy pocos hombre lo lograban y que aquel que llegara nunca regresaba, solamente era un mito, pero hay personas que afirman que el mito en cierta parte es real.

Por una parte sentía miedo a lo que estaba por venir, miedo a nunca regresar a casa o incluso perderme y más nunca encontrar el camino, pero tenía más miedo al fracaso, tenía más miedo a que las cosas me dieran un giro muy feo, tenía miedo a rendirme, tenía miedo de morir muy lejos de mi hogar.

Y cuando menos me lo esperaba, vi mi meta, esa meta a al cual tanto quería llegar, esa por la que había luchado tanto. Fue un mensaje para que no me rindiera, un mensaje para seguir adelante sin importar qué, y una vez ya cerca, mi entusiasmo nuevamente comenzó a ser de las suyas.

Llegué, si llegué, waooo nunca creí lo fuera a lograr, ¡solo digo! Estuve al borde de caer de los abismos más empinados, cerca de morir por el frío de hipotermia, tuve que sobrevivir con lo poco que tenía, abriéndome paso con todo lo que me conseguía, pero lo logré!!

Nunca me rendí, siempre miré al frente y dije que sí, estoy orgulloso de mí mismo, otra meta más en mi vida, y fue gracias mis amigos, dios, la montaña y el frio viento, dije que me gustaban los retos, pero luego de esto, creo que mejor elijo otro juego.