Querido diario:

Tú me conoces bien. Y sabes lo mucho que me gusta conectarme con la naturaleza. Y a mi esposa ni se diga...

Así que ese jueves después de la respectiva ducha mañanera con agua fría. Me dije: "mmm... y si le digo a Karina (mi esposa) que desayunemos en el parque?".

No se hizo de rogar... Me dijo "dale pues". Y se subió a cambiar de ropa; las panquecas que hizo para desayunar las envolvió en papel aluminio y las puso en una bolsa.

Salimos 8:15 AM en busca del bus que nos lleva al parque La Mexicana, una bendición de lugar que nos queda relativamente cerca, en una ciudad en la cual los espacios verdes no abundan...

Llegamos y entramos a mi cafetería preferida (sin alusión comercial je je). Porque puedes estar todo el día con un café y nadie te ve ni te dice nada, además de una conexión wifi potente y gratuita.

Así que pedí un chocolate obscuro muy caliente para acompañar las panquecas y estuvo muy rico.

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Posteriormente nos quedamos un par de horas allí conversando.

Luego hice algo que me encanta, buscar grama con una sombrita pero antes me descalcé. Por primera vez en la historia mi esposa se unió a mí y comenzamos a hacer una caminata para conectar con la tierra y cargarnos de esa energía maravillosa.

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Luego me acosté por una hora. Suelo dormirme pero esta vez no pasó. Creo que tenía cosas en la mente que me inquietaban un poco.

Así que conversé un buen rato con mi esposa acerca de nuevas decisiones.

Nos dieron las 2 PM y fuimos buscando la salida. Pasamos a un supermercado a comprar Harina de maíz PAN. No sé si alguien la conoce je je je.

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Y de allí para la casa.

Donde mi esposa preparó esta belleza de tacos de alambre de cerdo, con aguacate (mmmm). Eran las 3:30 PM y había hambre je je.

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Por la tarde, después de una siesta, me dediqué a leer mientras mi esposa veía su teléfono.

Y en cosa de nada eran las 9 PM. Hora de cenar unas quesadillas (no les hice foto jeje) pero es tortilla mexicana con queso Oaxaca derretido y jamoncito.

Nos tomamos otro ratito para hablar. Somos de hablar mucho Karina y yo: nos encanta planear... Hasta que comenzaron los bostezos de: "ya es hora de dormir".

Alarma puesta, teléfonos apagados, dar gracias por un nuevo día y entregarnos al sueño reparador.

Gran día para tomar consciencia, decisiones y reencontrarnos con la naturaleza y el descanso!

Hasta otra ocasión, Querido Diario!