Bienvenidos todos los parceros de #Colombia-original, es una alegría para mí participar en este tipo de concursos con la frase inspiradora:

No te adaptes a lo que no te hace feliz, aún más en estos momentos en los que realmente yo confieso he comenzado a llevar a la práctica lo que esta frase trae consigo, y créanme que se necesita ser valiente para buscar aquello que nos hace felices como una decisión de vida.

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Una vez que hemos decidido ser felices nos proponemos buscar ser felices con las personas con las que estamos en el trabajo que tenemos y poder contribuir a la felicidad de otros a través del regalo que se nos ha otorgado que son nuestros dones y virtudes y todas aquellas habilidades y destrezas que podemos poner al servicio del mundo.

Particularmente creo que no acostumbrarse aquello que no nos hace felices es parte de la evolución humana pues podemos cambiar de perspectiva y abrirnos a un mundo de posibilidades infinitas que nos permitan realmente conectar con aquello que nos hace felices, aquello que representa la pasión, lo que representa nuestra verdadera esencia y podemos no solamente vivirla día a día sino que podemos construir circunstancias y situaciones que nos permitan ser felices bajo la premisa de una decisión ya tomada.

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En esta iniciativa de Colombia-original de la mano de @franyeligonzalez podemos reflexionar un poco sobre aquellas situaciones o circunstancias de nuestra vida a las que nos hemos acostumbrado y que realmente no nos hacen felices, en mi país Venezuela existen muchísimas circunstancias externas a nuestro yo interior que pudieran realmente colocarnos en una situación de disconfort y a su vez si nos dejamos llevar por eso, pasar muchas horas de infelicidad.

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Sin embargo, en la búsqueda interna de la felicidad podemos darle vuelta a la tortilla y observar a través de los ojos del amor las circunstancias que nos permiten aprender la lección evolucionar y trascender aquello que estamos viendo afuera y que realmente puede ser un espejo de situaciones que tenemos que sanar dentro de nosotros mismos.

Existen reglas espirituales en las relaciones humanas y en la existencia humana que nos explican que la causa y el efecto es una de ellas por lo cual todo lo que hemos pensado, sentido y expresado genera un efecto en el mundo exterior y esto a su vez nos va a reflejar circunstancias que pueden ser extraordinarias, armoniosas significativas y gratificantes o circunstancias negativas que nos traigan incomodidad y muchas veces un disconfort al que no nos debemos acostumbrar.

¿Qué podemos hacer?

Ciertamente podemos aprender de esta circunstancia de disconfort, recordar cuál fue el mensaje o la lección aprendida y a partir de ello programarnos positivamente para que esta situación no vuelva a suceder y que los aprendizajes serán a partir del amor y la armonía.

No es lo mismo aprender desde la experiencia que desde la conciencia.

Cuando estamos alerta a los mensajes que se nos envían y estos mensajes pueden ser provenientes de diferentes medios: puede ser la letra de una canción, un aviso, un consejo oportuno de un familiar, una lectura recomendada, la frase en un libro, una llamada de un amigo con una conversación específica, es decir, los mensajes están allí para nosotros y cuando estamos alertas podemos tomar de ellos lo mejor para nuestro mayor bien y mayor propósito

Aprendemos por conciencia por haber entendido los detalles, las circunstancias y relacionarlas con lo que sentimos en el momento, podemos evolucionar de una forma sin sufrimiento y sin tanto dolor sin embargo cuando no estamos alertas y no nos abrimos al mundo de posibilidades que nos permita recibir señales, entonces no estamos obligando aprender por experiencia, a través de circunstancias que no nos gustan, jefes que no nos reconocen por ejemplo, parejas que pueden realmente sacarnos de quicio y hacernos cada día un poco difícil cosas que pudieran hacerse fáciles, y así pare de contar.