Nuevo concurso: VIAJEMOS AL PASADO CON CARICATURAS DE NUESTRA INFANCIA

Ciertamente no sé si es por el amor que siempre he sentido por lo perros, o porque quizás añoraba tener un papá así, lo cierto es que esta serie me cautivaba, podía pasar horas viéndola, recuerdo la transmitían en el turno vespertino, la dulzura que ese par de perros salchichas emanaba, sin duda fue un bálsamo en mi infancia, Canito y Canuto.

Canuto es obviamente un padre soltero situación que le ofrece de una vez características especiales, dada la época de su creación en los años sesenta esa condición que generalmente es humana no era tan frecuente en una tira de dibujos animados . Un Perro padre y sin pareja, con una paciencia excepcional para sobre llevar todas las travesuras de un hijo que en ocasiones solía lucir más listo que él.

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La ternura de los dos animalitos, exactamente iguales solo que uno grande y el otro chico, además las frases con las cuales se dirigían el uno al otro de extremado afecto, por ejemplo: ¡Oh mi fiel y amado padre o Canuto le decía su hijito, Canito hijo querido. El cachorro lleva con suma dignidad los esfuerzos realizados por su papá inexperto en crianza, las actividades que hacía para enseñarle y mostrarles las cosas y devenires de la vida.

Recuerdo el capitulo donde Canito hablaba con una lechuza, la cual le contaba un cuento, sobre una que no podía ulular, años mas tarde se realizó un libro con ese tema. Canuto decide llevarlo a un encuentro con la naturaleza y descubre que su hijo se comunica con las aves, además todo lo que pretendía enseñarle como encender un fuego con palitos, a este no le salía y el joven lo realizaba rápidamente, así con todas las cosas, expresando siempre el perrito justificación a la torpeza de su amado papá.