Concurso Creando Historias... Senderos Borrados.

in Colombia-Original3 years ago (edited)

Por muchos años mi gente habito esta tierra... Los valles donde la brisa refresca incluso a la luz del sol, los parches de selva donde la vida parecía refugiarse de un mundo que cada día les quitaba más de su hábitat, las cañadas por donde fluía agua fría que venía de las montañas... Cristalina y dulce, a través de ella podían verse los peses luchar contra la corriente... Como si su vida consistiera en eso, en luchar...

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Fuente

A lo lejos en el sur podían verse las montañas de los andes... Y al norte, el reflejo del enorme lago que antaño alimento a generaciones de mis antepasados.

O por lo menos era esa la forma en que mi mente aun pensaba en la tierra que fue nuestra alguna vez, lo cierto es que desde que era un niño no la he vuelto a ver...

Recuerdo poco... De cuando mi padre intento sin mucho éxito mostrarme la forma en que hace 2 generaciones vivían los nuestros...Antes de que tomaran la decisión de cambiar la libertad de la vida en el campo por la seguridad de la vida en la ciudad...

Las viejas formas no se olvidaron totalmente... pero a veces un recuerdo distorsionado es peor que el olvido. Mi bisabuelo vago por kilómetros de sabanas que podía llamar suyas... Hoy yo vivo confinado 120 metros cuadrados...

Y toda la vida... Desde aquellos viajes de "Casería" que nunca alimentaron a nadie... He tenido la sensación de que a mi vida le falta algo... De que estoy fuera de lugar entre estas 4 paredes…

El impulso fue creciendo con cada año desde la niñez. Y lo impregnaba todo, cuando leía un libro, siempre me cautivaban las narraciones sobre bosques y parajes escondidos más allá de la civilización, donde aún se puede respirar aire limpio... Y beber agua pura...

Cada película con azules montañas atraía mi mirada, y cada vez que escuchaba una melodía de suaves tonos mi conciencia volaba a las orillas del lago sobre el que padre me contó 1000 historias... Sobre como podía pescarse solo con las manos... Y el agua era tan clara que podía verse el fondo a 5 metros de profundidad...

Cuando ya tenía 36 años tome por fin la decisión... Volvería a ver la tierra de mis ancestros, aunque débil y explotada aun debía existir parte de ella... Lo planee durante meses, hice servicio completo a mi camioneta, compre cartuchos para la vieja escopeta calibre 12 de 2 cañones de mi padre... Empaque comida y bebida en abundancia... Y me lance a recorrer la senda que hace 50 años recorrieron mis abuelos... Esta vez en sentido contrario...

En las primeras horas de la mañana me lancé a la carretera... Y con un ligero nerviosismo me acerque a la salida de la ciudad, nerviosismo que se disipo cuando por fin deje atrás los grises edificios y el verde y azul fueron abarcando cada vez más espacio en la periferia de mi visión...

Cuando baje los vidrios, y el aire notablemente más fresco dio con mi cara... Me invadió la euforia...
Como si hubiera cumplido la primera meta en mi viaje para reencontrarme a mí mismo...

Mi primera parada, para almorzar la hice en un restaurante a la orilla de la carretera, tuve que estacionarme a unos buenos 50 metros de la entrada debido a la cantidad de enormes vehículos de carga estacionados enfrente...
Mi padre, quien también fue camionero, siempre decía; Mijo pare a comer donde vea los camiones grandes, porque el camionero solo come donde es barato, sirven bastante y es sabroso...

Y mi padre tenía razón... Aunque era la primera vez que comía lengua guisada... Tal vez para tratar de sumergirme en el ambiente, y de explorar también la parte culinaria de la vida en las afueras... La comida resulto buena y sustanciosa, a pesar de su aspecto.

Aun así... No me quede mucho más... Tenía una aventura que vivir.

Me tomo 8 horas en total el viaje... Cuando llegue al pequeño pueblo de Santa Helena, ya casi anochecía.

Afortunadamente conseguí hospedaje en un pequeño hotel al borde del pueblo, donde se hospedaban viajeros y gente de la carretera, no había lujos en aquel lugar... Un cuarto de 4x4 una cama realmente incomoda con estructura de metal, un televisor que no servía, y un aire acondicionado tan silencioso como una ametralladora en funcionamiento...
Pero supongo que ¿así es la vida por estos lares no? Aun así dormí. Dormí como una piedra, pues manejar 8 horas es agotador. Aun no sé cómo lo aguantan esos hombres que lo hacen por 12 o 16 horas al día. A la mañana siguiente me informe en la "recepción" (un pequeño habitáculo con cristales rotos) donde quedaba la finca "Mi bohío" donde empezaría mi aventura. Esa finca es una de las creadas luego de que se vendieran las tierras de mi familia durante la división.

A través de largos caminos donde mi camioneta levantaba nubes de polvo, rodeados de enormes potreros llenos de un color verde tan brillante que parecía el jade... Donde pastaba el ganado que ha dado de comer a generaciones con su vida y su ser...

Cuando por fin llegue a la puerta principal, de una casita al costado del camino salió un hombre, de mediana estatura y piel tostada por el sol, con manos grandes y callosas, aunque con palabras amables me pregunto quién era, en su mirada había cierto recelo, que quizá no se tradujo en sus maneras por mi apariencia de citadino perdido. Le dije que quería ver al dueño de la finca... que era un hijo de los antiguos dueños, y quería conocer como fue la vida de mis antepasados...

A lo que el sonrió casi con un ligero toque de pena, en esos 5 segundos pude escuchar las voces de por lo menos 3 niños diferentes que provenían de la casa... Con sus tonos chillones que pasaban por encima del ruido del motor de mi auto...

Cuando volvió a mirarme había cierto tono de picardía en sus facciones, como si hubiera idea algún plan para mí. Y me dijo;

-El patrón no está varón, pero esta su hijo menor, si quiere puedo presentarlo con él.

A lo que inmediatamente acepte, pues la verdad no sabía cómo presentarme ante un venerable y respetado hacendado haciendo preguntas, quizá con alguien más joven logre conectar más rápido... Y así, junto con juan en mi camioneta, (juan el portero) llegamos por fin a la casa grande, una construcción de estilo español colonial algo desvencijada por el sol y los elementos... Aunque imponente, las paredes blancas con delineamientos naranja en los arcos y vigas les faltaban el elemento de jardinería característico de ese estilo... Cuando entre al patio central de la pequeña "villa" la fuente del centro estaba seca... Y la dama con el jarrón tallada en piedra del centro parecía mas bien cubierta de pena al cargar un recipiente vacío haciendo una tarea inútil...

Mi anfitrión no tardó en aparecer, tras escuchar un paso rápido bajando una escaleras, por un lateral apareció, y la verdad... No era lo que esperaba...

Alto, delgado, y con una piel pálida, sus facciones finas con nariz ganchuda y mirada inquisitiva de ojos claros, protegidos por unas gafas de cristales redondos y marco dorado, le daban el aspecto de un académico, y si a eso le sumamos su natural ligeramente encorvado y su vestimenta, su pantalón color marrón, su camisa blanca pues la pintura de un profesor universitario fuera de lugar estaba completa, y si bien no era eso exactamente lo que era, sus modeles y lenguaje inmediatamente me demostraron que era un hombre culto.

-Ingeniero Emmanuel Betancourt, a su servicio caballero.

-Me dijeron que tiene curiosidad por la vida del campo, por favor pase a mi estudio y hablemos un rato...
Su estudio, de unos 10 metros de largo por 5 de ancho, donde predominaban las estanterías con libros, también contenía aquí y allá herramientas de mecánica y planos sueltos, y en una mesita en un rincón, lo que parecían un desorden de manuscritos, me senté en una butaca, y el detrás de un escritorio que tenía una luz de trabajo con lente de magnificación...

Al parecer el hombre trabajaba el mismo en la maquinaria necesaria para el funcionamiento de la finca.

-Cuénteme ¿cómo estuvo su viaje? Me atrevo a apostar que no era lo que esperaba.

Respondí;
-Bueno si... Aunque la verdad no sabía que esperar, todo esto es nuevo para mí.

-Confío en que no estará decepcionado. Sé que puede ser un poco contradictorio, lo digo, porque para mí también lo fue alguna vez, yo no he vivido toda la vida aquí buen señor, me enviaron a educarme a la ciudad, mi padre... Quería que alguno de sus hijos hiciera una vida fuera de aquí en previsión...

-¿Previsión de que Emmanuel?

-En previsión de lo que pasaría... Pero yo, como usted, también estuve expuesto a las historias románticas de la vida en las afueras... Y si bien cada meta que alcanzaba en la capital, sentía que era un paso más cerca de volver a mi hogar, la verdad es que hoy en día entiendo la decisión de mi padre.

-Porque ¿Emmanuel?

Entonces me respondió;
-El campo ya no es lo que era amigo... Es más, hoy en día no estoy muy seguro de que si lo que nos dijeron, era fuera cierto...

-¿Cómo así?

A ver por dónde empezar… El mito de la vida sencilla pero en abundancia se acabó, hará casi una década, lo cierto es, que la ganadería ya no es rentable buen amigo... La industrialización del porcino o avícola hizo que las grandes extensiones de tierra y intensa mano de obra requeridos para el ganado bovino ya no sea rentable...

Sabía usted que esta tierra es nuestra... ¿pero no es nuestra? Resulta que eso de la libertad de la vida en el campo no es totalmente cierto... Si no pagamos el impuesto predial, un impuesto solo por estar en esta tierra nos la quitan, como si nunca hubiera sido nuestra.

Pero que tonterías digo, usted vino a respirar el aire del campo no a oírme quejarme mientras somos masticados por los engranajes del progreso. Por favor... Sígame.

Cuando volvimos afuera, ya un obrero tenia listos 2 caballos, pero había un problema... La última vez que estuve sobre los lomos de un animal fue hace más de 20 años...

Pero con la precisa dirección de Emmanuel, quien guiaba a mi caballo por las riendas al principio, partimos rumbo a los límites de la finca.

Hubo un silencio contemplativo mientras cabalgábamos, alejándonos de la casa grande, rumbo a los linderos...

durante unos 15 minutos... Entonces, cuando ya estábamos entre los verdeantes potreros, Emmanuel empezó a hablar.

-Sé que hubo una época donde las pasturas no tenían cercas, y los vaqueros llevaban sus rebaños por la sabana de un lugar a otro... Pero ya eso termino, la extensa sabana no existe, en orden de permanecer rentables, todo tiene que compartimentarse y administrarse de forma precisa... No podrás caminar más de 200 metros en cualquier dirección sin encontrarte un cercado de alambre de púas.

Aun así, para mí era ciertamente algo nuevo e interesante... Y luego de un rato de llenar mis ojos con el verde y azul, pregunte qué tan lejos estaba el monte... y Emmanuel se ofreció a llevarme...

Por el camino nos encontramos un arroyo e inmediatamente pare y desmonte... Emmanuel siguiéndome con la mirada me dijo que era mala idea lo que pensaba hacer.

-Al pie de las montañas de donde vienen estos arroyos ahora hay muchos tipos de empresas... Algunas vacían desechos orgánicos en los arroyos, otras, químicos, si tienes suerte quizá solo tenga en el los desechos sanitarios de algún hotel...
Así que por favor... No beba esa agua... Como puede ver... No esta estéril... No hay vida en ella... Ni siquiera un pequeño pez...

A unos 100 metros del lindero final, donde empezaba un parche de espesura Emmanuel se paró, y me dijo.

-Hasta aquí está bueno... Allí está el monte, o mejor dicho... Tierras con dueño pero nunca trabajadas... Aún hay robles grandes, y ceibas... Pero por favor, escuche atentamente…

-No escucho nada.

-Exacto... Ya los pájaros no cantan... Ni se escuchan los monos, pero no se engañe, aun el monte esta llenos de depredadores peligrosos, solo que en vez de garras y colmillos, ahora tienen balas y cuchillas...

-¿Cómo es eso?

-En estos montes se produce hoy en día un bien más preciado en las ciudades que la carne de nuestras vacas, para algunos más importante que cualquier alimento, Coca amigo mío, cocaína... Hoy en día los montes, así sea un pequeño parche de tierra, sirve de refugio para cocinas del narcotráfico.

Aquí todos sabemos quiénes son y donde están... pero nada podemos hacer al respecto.

-Convivir con el narcotrafico como vecinos es cuando menos incomodo, usualmente peligroso, en algunos casos mortal, toman lo que quieren, y a quien quieren, por eso no ves muchas mujeres por aquí ya, parece un fetiche recurrente, todo bandido quiere pretende a la hija del granjero...

De nada sirve denunciar, el estado no hace nada o no le importa... O quiza... Si le importa, solo que no nuestros intereses, sino los del narco... Denunciar puede hacer que te maten ya que siempre habrá alguien dentro de las fuerzas del estado que le facilite tu nombre y dirección a los narcos...

-¿Y que fue del lago?

-Pues sabe algo ? Nuestros trabajadores dicen que aun puede escucharse el rugido de un jaguar lejos en el monte debes en cuando...

Quiza sea porque la gente aquí aun recuerda las fieras y les teme...

O quizá... porque quieren creer que lo salvaje aun existe, porque mientras exista, existirá la gente que cruza la brecha entre lo salvaje y la civilización, existirá la gente del monte... existirán ellos y tendrán su propósito...

Pero yo se, que el ultimo jaguar de estas tierra fue cazado hace 30 años y su cabeza reposa en la oficina de mi padre...

Así que si hay un jaguar solitario aguantando contra el "progreso" debe sufrir igual que nosotros... Viendo como su especie se extingue gracias al mal llamado progreso...

-El lago fue otra victima del progreso... Luego de que lo dragaron para darle una salida al mar, sus agua se salinizaron y su ecosistema se destruyo... Ahora es un gigantesco pozo de desechos industriales y petroleo...

-Mi abuelo escribió canciones sobre ese lago...

-Si las escuche... pero los róbalos de 1 metro y los pez sierra de 2 metros ya son solo historias del pasado...

-Entonces ¿que pasara con esto?

-Bueno... Mi padre insiste en aguantar... Como lo intentaron los indios cuando llegaron nuestros colonizadores... El cree que podrá cambiar la historia...

-¿Y usted que cree señor Enmanuel?

Fin.

Esta historia nació a partir de una imagen, pero también de la necesidad en expresar el mal que le estamos causando a nuestro medio ambiente. De la misma manera entender las situaciones en las que viven muchos hermanos colombianos agricultores que de una u otra manera se ven afectados por el narcotráfico.

Millones de gracias por leerme, y hasta pronto.

Sort:  

Cuando creo haberme sorprendido encuentro otra escritura tuya mas intensa y bien engranada, me gusta mucho tu estilo @anyelina93 y el sentido que le diste a esta imagen, es una realidad que viven nuestros agricultores y nuestras tierras.

Éxito en el concurso.

Me alegra saber que te gustará amiga @nahela...Siempre que pueda estaré aquí con ustedes mostrándoles mis historias.

 3 years ago 

Hola amiga, saludos, una gran narración, gracias por participar, saludos!! Excelente historia.

Gracias a ti amiga @franyeligonzalez por tomarte el tiempo para leerla.

 3 years ago 

Excelente escrito amiga @nyelina93, Suerte en el concurso🤗🤗

Gracias amiga@ygalue90... Suerte para ti también 🤗

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