EL JUEGO DEL DIARIO: 03/02/2024. || Cerca del mar...

El sábado fue planificado para hacer diligencias en Anaco y en Lecherías, las primeras porque tenían que ver con el cuidado de los hombres de mi vida y las segundas para por fin solucionar un problema con el cobretag del peaje de Mesones.

Que ya llevamos un año que compramos el dispositivo y no lo hemos podido usar.

Así que una vez desayunados nos fuimos a la barbería donde le cortarían el cabello a Juan, sami y Charlie, los tres quedaron muy bonitos.

Aunque mis hijos no les gusta que le corten el pelo, siempre dicen que quedan calvitos.

¿A quien habrán salido?, creo que a la tía @marpa jajajajajaja.

Debo aclarar que llegamos a la barbería muy temprano para los dueños y tuvimos que hacer tiempo comprado unas cholas y unas camisas para los niños, ellos están en una edad que crecen y la ropa va quedando atrás.

Al mediodía ya estábamos visitando un lugar que me había comentado mi amiga @nahela, esa es una mujer precavida, me manda a averiguar que tal para ir sobre seguro donde sea bueno bueno.

Como uno de los fuertes del lugar era el "Ceviche tradicional" lo pedimos y realmente estaba bueno, el ácido del limoncito con los ajíes y la cebollita morada estaban en su punto, nada faltó nada sobró.

Pedimos también una parrilla de mariscos (por sugerencia de Juan Carlos) y la verdad le doy un 6 de 10 puntos, no estaba mala pero no sabía a mar, sabía a la combinación de un todo y estos platos deben tener un sabor por cada cosa.

Las conchas de mejillones imagino que las sacaron de las piedras del mar que abrió en dos Moisés en los tiempos bíblicos, porque estaban casi que disecados, yo no sé si nos vieron cara de turistas pero los que ellos no sabían en que somos de la costa, de allí mismito donde comemos mejillones en saco y que sólo necesitan hervir y un limón.

Samuel pidió Calamares rebosados, y para mi gusto estaban muy delgados esos aros y muy secos, también le doy un 5 de 10, se sabe que el calamar es algo que se debe cocinar en el tiempo exacto porque si le das un minuto más quedan chiclosos y duros, este no fue el caso pero debieron estar más generosos en tamaño.

Con la barriga llena y sin poder disimularla nos fuimos a la playa que queda al cruzar de la calle de los restaurantes prácticamente, mis hijos querían ir desde hace rato, porque cada vez que viajamos a Cumaná pasamos por acá y nunca paramos sino para comer así que ellos querían jugar con la arena y bañarse.

Yo fui con todo el cuidado del mundo de no ofrecerle tanta sal a mis mechas rubias porque entiendo que un pelo decolorado requiere de más cuidados.

Así que me puse mi sombrero y a la hora de bañarme no me lo mojé.

Algo gracioso es que Juan Carlos me dijo que ha conocido a dos Sandras diferentes, la Sandra que antes iba a la playa se revolcaba por la arena, jugaba la basurita con la revolcadera de las olas, hacía concurso de correr por la arena y la que nadaba hasta dejar a todos atrás y la Sandra versión rubia que ahora cuida sus pestañas y sus mechas y que ya no juega a ser un alma libre y salvaje.

Me reí porque sinceramente me gusta más la versión libre y salvaje, pero ni modo, ya fueron muchos años de esa Sandra, toca tener más cuidado con todo.

Antes de despedirnos de lecherías Juan Carlos quiso dar un paseo y aparcar para tomar unas fotos con el fondo marino, es decir con el mar atrás, así que así lo hicimos a pesar que la brisa cerraba los ojos, menos mal que yo con lentes mme protejo de esa brisa.

Sino ya se me hubiesen caído todas las pestañas jajajajaja.

Ya al final nos despedimos de lecherías con la promesa de regresar, y antes de pasar por el peaje hicimos otro intento y nos dijeron que: ya habían registrado el dispositivo y sólo falta activar las recargas que hicimos desde el 20 de Enero.-

< Si nos toca volver lo haremos con gusto.

Y colorín colorado, esta diligencia aun no ha acabado.

Nota: Todas las fotos son mías, fueron tomadas con mi teléfono móvil, marca Redmi Note 12S.