Era media mañana cuando Natalie despertó, Su frente sudaba y tenía la boca seca, sentía los labios agrietados. Intento incorporarse en la cama y sintió una punzada en su cabeza, de reporte todo comenzó a dar vueltas y de nuevo quedo inconsciente. Despertó horas después con un agradable aroma a frutas, alguien estaba a su lado era un chico de rostro dulce que le miraba sonriente, ella trato de enderezarse mientras el chico a su lado le toco el hombro y dijo:

.

_ No trates de levantarte.
_ ¿Porque? Respondió ella bruscamente

Entonces Natalie entro en razón; ¿Dónde estaba? ¿Quién era el chico?, trataba de recordar y lo único que venía a su mente era la torre La torre Eiffel.

Cerro los ojos y en voz alta pregunto:¿Qué me pasó? El silencio le respondió. Abrió los ojos y se encontró sola en aquella habitación. Comenzó a detallar las paredes a su alrededor y pudo entender que estaba en un hospital. Su pierna estaba vendada y un poco de sangre manchaba el vendaje.
De repente sintió una punzada en el estómago y se dio cuenta que moría de hambre, se deslizo suavemente hacia el lado de la cama y encontró un envase con fruta y una botella de agua, comió los alimentos con placer, no recordaba haber comido frutas tan deliciosas como aquellas, terminó y se quedó dormida de nuevo.

Despertó a las pocas horas con una persona a su lado, volteo buscando al chico de linda sonrisa, pero se llevó una decepción se trataba de la enfermera que le suministraba un medicamento.
La enfermera la miro con ojos compasivos y dijo:

_ Tranquila, estás en el hospital porque alguien te atropelló y se dio a la fuga, pero estás bien solo tienes algunos golpes y una herida en la pierna que fue suturada.
_ Si estoy tan bien porque me siento tan somnolienta y mareada.
_ Es por los medicamentos. Pronto pasará, necesitas descansar.
Ella quería seguir haciéndole preguntas, ¿Quién era el muchacho? ¿Porque estaba a su lado? Pero se quedó dormida de nuevo.

Cuando Natalie despertó ya era el día siguiente, lo dedujo por el olor a café que le llegaba desde lejos, el ruido del tráfico se colaba por la ventana y algunos rayos de sol que iluminaban la habitación. Oyó ruidos detrás de la puerta y al instante esta se abrió. Era el chico lindo de nuevo, Natalie sonrió sin querer y se quedó mirándolo como boba. Él se acercó a su cama diciendo.
_ Buenos días, me alegro que ya estés despierta. ¿Cómo te sientes?
_ Bu, bi, bien logro responder, estaba tan nerviosa, ¿qué le pasaba con aquel joven?

El sonrió de nuevo y se quedó examinándola con la mirada de arriba abajo, entonces ella tomo valor y le dijo:
_ ¿Quién eres? Yo no te recuerdo. ¿Te conozco?
Él volvió a sonreír y le dijo con voz suave:
_ Me llamo Albert, Nos conocimos hace un año en un concierto de La banda británica The Police.

Ahora recordaba, había sido hace un año, todos fueron en la camioneta de su primo Diego y él estaba en otro vehículo con el resto de sus amigos, ellos ya se conocían todos, la nueva allí era Natalie.
Los interrumpió el médico, que venía a revisar a la paciente y Albert se marchó en silencio.

Natalie esperaba ansiosa el día de salir de aquel hospital, ya se sentía bien y tenía miedo de contagiarse de Covid.

II Parte.

Cuando caminaba hacia la salida del hospital se encontró de frente a Albert, quien la sujeto del brazo con suavidad y le explicó que había ido por ella para llevarla a casa.

En el auto conversaron alegremente, relatando sus anécdotas del concierto en el que se conocieron, él le invito un café y ella aceptó; ansiaba ese café desde hacía días, estuvo una semana en el hospital sin probar esa delicia.

El café se convirtió en un almuerzo y pasaron el resto de la tarde juntos, Natalie no tenía prisa por ir a su apartamento a estar sola. Así que pasaron una tarde deliciosa entre risas y miradas picaras.
Al llegar a su hogar, ella lo invitó a entrar.
Albert de inmediato se puso serio y la miró a los ojos, Ella también lo miró como buscando una respuesta a su repentino cambio.
_ yo no soy quien tú crees Natalie
_ No sé quién seas o lo que te haya pasado, Pero me gustaría ser tu amiga y conocerte mejor.
_ Es que yo tengo un secreto que me alejará de ti.
_¡Deja que sea yo quien juzgue eso!
_ Natalie yo no estaba en el hospital por casualidad.
_ No, y ¿Por qué estabas allí?
_ Natalie ¡yo fui quién te atropelló!

Fin.

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