👻Cuentos cortos con un giro: edición terror 👻|| La aterradora noche de la tormenta por @zulma2021||

El desgarrador aullido se escuchó de nuevo, mientras el viento golpeaba la ventana con insistencia. Marlon bajaba la escalera con el pánico entre pecho y espalda, su corazón rugía como un león enjaulado y sus manos estaban frías y sudorosas de lo fuerte que apretaba el bate de béisbol entre ellas.

Se detuvo por un instante algo mareado para caer en cuenta que había dejado de respirar. Tomó aire en sus pulmones con la espalda pegada a la pared y decidió continuar bajando la escalera, al llegar abajo oyó voces en la cocina y se acercó más para oír lo que decían.

_Una voz de mujer gruño: “Satanás, satanás” ¿dónde estás?
_Otro respondió- deja a Satanás y sigue con la historia.

_La lastimera voz dijo: “Bueno en el pueblo dicen que el alma de Herminda anda errante, que no logra el descanso eterno”.

_¿y Porque lo dicen?

La voz continuo con tono lúgubre la historia:
_ “Dicen que en el cementerio se ven luces a media noche y espectros que vuelan sobre las tumbas”

_Yo misma he visto las luces y he escuchado ruidos en el cementerio, una vez que se me hizo tarde en el pueblo.

Repentinamente el viento abrió la ventana con un estrépito que los hizo saltar a todos, incluso a Marlon que escuchaba tras la pared de la cocina; acechando en la oscuridad del rincón aún sosteniendo el bate.

Seguidamente se escuchó de nuevo el fantasmal chillido “Ahuuuuuuaaaaauuuu”

_Y la voz anterior replico: “Sal de aquí Satanás hijo del demonio”

Marlon no podía creer lo que escuchaban sus oídos, había ido a aquella posada cerca de la playa a descansar sus nervios de tanto estrés y ahora se encontraba en medio de una tormenta y con unos locos brujos, espiritistas o adoradores del diablo, no sabía que pensar. Quería huir ¿Pero adonde?, pensó en salir de aquel manicomio y escapar al muelle para huir de la isla.

Entonces recordó el mapa que vio al llegar en la pequeña mesa y se deslizo en esa dirección. Seguía relampagueando y a rayo le seguía un estruendoso trueno y el chillido que no sabía identificar todavía de dónde provenía.

Tomo el arrugado mapa y trato de descifrar como llegar al muelle, pero fue inútil, el desgastado documento era imposible de leer, su miedo se mezcló con algo de enojo e impotencia al recordar que hoy era sábado y no saldría lancha hasta el lunes, rogó a Dios que amaneciera pronto y se dejó derrumbar en el suelo cansado y abatido, cerró los ojos y comenzó a rezar mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

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Al día siguiente despertó azorado por el ruido de una aspiradora, se levantó de pronto y observó todo a su alrededor con terror, la empleada de la posada lo miraba perpleja y con ganas de reír al ver a Marlon en ropa interior, salir detrás del escritorio de la recepción.

_¿Qué le sucede señor? ¿Se siente bien?

Marlon respondió con dos preguntas también:

_¿Qué día es hoy? ¿Qué hora es?

Es Sábado señor y son las cuatro de la tarde, se ve oscuro porque se avecina una tormenta; contesto la joven todavía con ganas de reír por el aspecto de Marlon.

_Nooooo, Otra vez Nooo,
_Sáquenme de aquí- gritaba como loco
_No paso una noche más aquí con satanás y todos los espíritus.

Comenzó a sudar y su cara se puso roja, estaba al borde de un colapso nervioso por las tensiones de la noche anterior.
_¿De qué habla señor si satanás no le hace daño a nadie?,
_Ese gato cobarde le tiene miedo a los truenos.

Todo se puso tenebroso de nuevo y a la chica le crecían enormes colmillos y brotaron un par de cuernos de su cabeza. “Pobre Marlon ya no distinguía la realidad”.