La investigación como parte del proceso literario

Hace poco leí y reseñé una novela llamada El Molino de Momias; su autor, el checo Petr Stancik, nos ofrece un contexto histórico en el que el antiguo reino de Bohemia (actualmente República Checa), la cual se encontraba bajo el dominio del Imperio Austrohúngaro, se encuentra en un fuego cruzado debido a la Guerra de las Siete Semanas, conflicto bélico entre el Imperio Austrohúngaro y Prusia. A pesar de ser una novela de corte surrealista, el autor ha logrado involucrar al lector en la narrativa, paseándole por las calles de la ciudad de Praga de mediados del siglo XIX.

Lo mismo sucedió con Mariana Palova, cuyo libro de fantasía sobrenatural, La Nación de las Bestias: El Señor del Sabbath, expone la mitología y los rituales africanos en la sociedad de Nueva Orleáns. El tema no lo trataba con superficialidad; por el contrario, a lo largo de sus páginas el lector va notando cómo la autora expone de manera apropiada la mitología del área, aprendiendo sobre los importantes elementos que construyen la cosmología de los antiguos esclavos africanos.

Ambos trabajos señalados son un ejemplo de cómo la investigación forma parte del proceso literario, pues de éste se puede derivar una mejor presentación de la obra en cuanto a estructura y contexto. No importa si el tema a tratar en la obra es un problema de salud, un pasaje de la historia, o un episodio mitológico; en algún momento el escritor debe invertir su tiempo en la investigación de un tema que quiere incorporar en su obra. De otro modo, el autor corre riesgo de dirigir mensajes erróneos o generar malestar general entre sus lectores.

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Reseñas de las obras anteriormente mencionadas, por si gustan leerlas:

El Molino de Momias

1. Con spoilers
2. Sin spoilers

La Nación de las Bestias: El señor del Sabbath (sin spoilers)