En mi adolescencia por mucho tiempo imaginaba cómo sería mi primer beso, sin embargo, nunca tuve la intención de buscar besar a alguien sólo para saber qué se sentía, así que mi primer beso fue a la edad de 18 años, y grandiosamente con alguien que me gustaba muchísimo.

Corrí con la suerte de gustarle al chico también, eso hizo que el beso se sintiera tierno, suave y lleno de mucha pasión. Aunque fue corto y preciso, sé con certeza que ese beso estuvo lleno de mucho poder y sentimiento de ambos lados. Fue un momento de mucha incertidumbre porque decíamos poco pero sentíamos mucho, sólo hizo falta una tarde en casa sentados en el mueble hablando un poco de nuestras vidas con un poco de cercanía, hasta que él se harto de la palabrería y se dignó a besarme, lo mejor de todo es que después, casi al instante dijo: — se siente muy bien este momento.

Lastimosamente y como nada es perfecto, sólo ocurrió esa vez, debido a eventualidades que jamás quisimos que ocurrieran nos tuvimos que alejar (sentimentalmente, aún seguimos siendo amigos) y dejar nuestra atracción en el pasado.

Me siento orgullosa de poder haberle contado la historia de mi primer beso, pues no es algo que acostumbro hacer y me genera un poco de vergüenza, no suelo hablar de mi vida privada, sin embargo lo disfruté mucho y espero que les guste también. Recordar siempre es bueno.