El día lunes 19 de enero 1980, se encontraba el abogado, Leonardo Venson en su despacho, ubicado en el centro de La Victoria, Aragua-Venezuela. Su asistente no había llegado aún y empezó a pensar en voz alta.

Leonardo Venson_ Tengo que formular la defensa de Luis Domínguez, no sé cómo pudo violar a esa chica pero, me paga lo suficiente, como para no pensar en ella...ahora estoy muy atareado con todo el trabajo que tengo que hacer para, lograr que salga libre pero...

El despacho del abogado Leonardo era una cuarto de cuatro paredes de madera, toda la habitación era de un color marrón oscuro, había una pared con una puerta en el centro que lo separaba del exterior y por la puerta era, por donde, recibía a sus clientes. Su escritorio, se encontraba al final de la habitación, justo al frente de la puerta. Quien entrara podía ver su enorme cara. La habitación tenía una mala iluminación y esto hacía que, los laterales de la habitación estuvieran a oscuras, solo estaba iluminado el escritorio y el camino hacia él. Al frente del escritorio se encontraban las sillas donde se sentaban sus clientes.

...en ese momento la puerta se abre.

Leonardo Venson_ hola Noria, pensé que no llegarías nunca, necesito que me encuentres los antecedentes de Luis Domínguez y...

Linda Estarrington_ lo siento, Señor Leonardo, no soy Noria. Soy Linda Estarrington.

Leonardo Venson_ hola señorita Estarrington, ¿cómo se encuentra?, pase a delante y tome asiento.

Linda Estarrington_ gracias por su hospitalidad, espero no le moleste que venga conmigo, el joven Wimel Tivenson.

Leonardo Venson_ no, no pasa nada. Pasen adelante y tomen asiento.

Wimel Tivenson_ si no le molesta preferiría quedarme parado.

Leonardo Venson_ no, no me molesta- lo dice con cierta desconfianza por la iluminación.

Leonardo Venson_ y cuénteme señorita Estarrington, ¿qué la trae por mí despacho?.

Linda Estarrington_ le vengo a pedir una recomendación de un abogado, para que me ayude en un caso de asesinato.

Leonardo Venson_ no entiendo. Usted sabe que yo me especializo en esos casos y no me pide a mí que la represente sino, que le recomiende a alguien, ¿por qué?.

Linda Estarrington_ porqué usted no podrá ayudarme.

Leonardo Venson_ claro que sí- dice muy seguro.

Linda Estarrington_ señor Leonardo Venson, yo lo respeto y considero que es bueno en lo que hace pero, yo solo vine a usted para consultarle y preguntarle sobre otro abogado, que no sea usted, para que me ayude en un caso de asesinato que pronto seré cómplice.

Leonardo Venson_ ¿pronto? - queda perplejo al escuchar las palabras de la señorita Estarrington- bueno, le recomiendo a Limas Terán, muy buen abogado y responsable en todo lo que hace, y cuénteme, ¿quién va a ser la persona asesinada? - le pregunta tendiendole la tarjeta de presentación de Limas Terán.

Linda Estarrington_ gracias, señor Venson. En unos momentos se enterará, no sea impaciente.

Leonardo Venson_ eventualmente pero, dígame su nombre.- dice con insistencia.

Linda Estarrington lo ve a los ojos y le dice:

Linda Estarrington_ Leonardo Venson.

Leonardo ve a su derecha y ve a Wimel a su lado y al instante ve su sangre regandose por el piso de la oficina y un dolor intenso en la cabeza, hasta perder el conocimiento.

La secretaria de Leonardo nunca llegó a su trabajo para ver al señor Leonardo, vivo.

Linda Estarrington y Wimel Tivenson, se aseguraron de que Leonardo estuviera muerto.

Linda Estarrington_ Wimel, ¿será que ya murió?. Su cabeza tiene mucha sangre, debe ser porqué es muy grande, jajajaja.

Wimel Tivenson_ creo que debería de reducirle el tamaño de su cabeza y exprimirle toda la sangre que hay en ella.

Linda Estarrington_ está bien pero, que sea rápido tengo otras cosas que hacer, al igual que tú. Así, que debemos apurarnos para no llegar tarde a nuestra cita con Limas Terán.

Wimel Tivenson_ usted tiene toda la razón, mi amor. Tenemos que ser muy puntuales.

Wimel, le termino de dar golpes en la cabeza al cadáver ya sin vida de lo que fue un día, el abogado Leonardo Venson, con el bate de béisbol, que Leonardo tanto amaba.

Linda Estarrington_ y así, hoy 19 de enero de 1980 fue el último día de Leonardo Venson, el abogado defensor de asesinos.

Wimel Tivenson_ ya no, detendrá más, a la justicia humana.- dijo, dejando caer el bate en el suelo.