" DOS CUADROS, DOS DESTINOS"
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Se cuenta que un pintor decidió pintar un cuadro donde se reflejara la inocencia y buscó un modelo por todas partes hasta que por fin lo consiguió, Ruperto, ese era su nombre, lo pintó de rodillas, orando al lado de su madre.
Las palmas de sus pequeñas manos estaban apretadas una contra la otra, era un niño completamente sano y sus grandes ojos azules reflejaban paz. El pintor quedó tan impresionado con esta obra que se dijo "la voy a colgar en mi estudio" y así lo hizo.
Luego de unos largos años, el pintor ya había envejecido quiso pintar otro cuadro, pero esta vez escogió un tema "El Crimen" por lo cual decidió ir a una de las cárceles de la ciudad buscando algún criminal que le permitieran venir a su estudio para pintarlo.
Finalmente, encontró el criminal que estaría impregnando su lienzo, le decían "Randal", quien estaba sujetado con cadenas, ojos muy hundidos, mejillas lívidas y expresión de mucha angustia y con bastante olor a vicio, era exactamente el candidato perfecto para su cuadro, por lo cual, pidió permiso para llevarlo a su estudio como modelo, esta petición le fue concedida.
AL principio, Randal, se alegró de ser elegido, el solo hecho de salir por unas horas fuera de ese ambiente tan hostil le daba alegría, hasta que... se dió cuenta del retrato que el pintor todavía tenia colgado en su estudio. Su mirada cambio y pidió poder acercarse al cuadro donde comenzó a mirar fijamente a aquella mujer que estrechaba con su manos las tiernas manos del niño.
En ese momento, Randal, prorrumpió en un llanto desesperado y se sentó, en ese momento el pintor se acercó a Randal y le preguntó la razón por la que estaba tan desconsolado, él, señalando el cuadro, le dijo: "Ella es mi madre", yo soy este niño inocente que usted pintó hace tantos años, el pecado y los vicios me han trasformado en este ser que ahora soy".
Dos cuadros distintos, dibujados en una sola persona, no solamente en un lienzo, sino además en la propia vida. Así mismo, ahora, muchas personas andan sin rumbo, malgastando su vida en placeres, rumbas, de forma desenfrenada, sin importarles ni tan siquiera, sus propias vidas.
Ahora, que tenemos vida y juventud, es el momento de re definir aquellas cosas que pueden convertir la vida en estos "DOS ENORME CUADROS"