Navidad es mi familia y hogar. Cierro los ojos y evoco esos días felices, cuando estábamos todos juntos. Mamá, papá y mis siete hermanos.

Vuelvo a la realidad y la tristeza me embarga. Las nubes grises se disiparán, el sol volverá a brillar y mis sobrinos regresaran a mi lado.

Los espero contando los días, uno tras otro. Sigo adelante con fe y esperanzas en el futuro. Solo pido salud para poder esperar a mis seres queridos y así volver abrazarlos.

Por otro lado, el virus y la situación del país terminó por separar al resto de los miembros de la familia. Solo nos comunicamos por las redes sociales.

Mi recuerdo navideño más lindo fue en las navidades del año 2014, cuando mis sobrinas no habían emigrado y mi madre todavía estaba con nosotros.

_{De izquierda a derecha: María, Dorys, @Mafalda2018, Mamá, Felix y Rosalba.
Foto tomada con mi celular, es de mi propiedad}

Gaby emigró en febrero del año 2015 y mi madre falleció en octubre del mismo año a consecuencias de un ACV. Desde allí mi vida dio un vuelco de 360°.

El 24 de diciembre del 2014 fueron las últimas navidades que celebramos todos juntos. Hasta mi hermana mayor Diame viajó para acompañarnos. Como siempre hicimos nuestro intercambio de regalos.

Mi amigo secreto nunca me regaló nada, y yo lo llamaba pichirre. Wuao, al chico lo conocí ese día. Era primera vez que compartía con nosotros. Esposo de una prima.

Me dio tanta vergüenza cuando me entregó una bolsa de caramelos rellenos de miel por cada día que no me regaló nada y una caja de toronto.

Para los que no saben, torontos son unos chocolates venezolanos de la marca Savoy. Son redonditos, exquisitos y mis preferidos.

_{De izquierda a derecha: Dorys, Gaby y @mafalda2018.
Foto tomada con mi celular, es de mi propiedad}