Hay una verdad a la cual todos nos tenemos que enfrentar, una ley que gobierna todo, llamada la segunda ley de la termodinámica, la cual indica que todo se va desgastando en pocas palabras, es decir que todo en esta vida tiene un principio y tiene un fin, pero esto se refiere al fin en esta dimensión.

Ahora con esto me refiero a que, como seres humanos pocas veces nos tomamos muchísimo tiempo para obtener las metas, a veces desarrollamos tal pasión por las cosas que deseamos que somos capaces de dar la vida por verlo realizado, el problema es que estas cosas la mayoría de las veces nos separan de vivir realmente la vida, y está, como la pequeña tormenta del atardecer, se nos pasa por el frente dejándonos un vacío porque no vivimos para un propósito.

Y con propósito, no me refiero a tener una gran empresa o ser un gran artista, puede que eso represente propósito para ti, pero en el orden de los propósitos, estas cosas se encuentran relegadas al plano de abajo, por algo llamado familia, amigos, personas, nacimos como individuos comunitarios y relacionales, para vivir y amar a otros y también ser amados, esta es la base de todo, y en torno a ello giran las leyes más preciosas del Creador de todo, el amar, respetar, valorar, servir, cuidar y muchos más son los fines de estas preciosas leyes.

Pero como individuos olvidamos esto o puede que aún no lo sepamos, olvidamos que la vida no se centra en el materialismo, ni en el naturalismo, sino en conocer a Dios y relacionarnos con el y con nuestros semejantes, de allí nace el propósito del ser humano, allí está el secreto de la eterna juventud y también el secreto de la felicidad, es algo tan sencillo que muchos no lo creen, somos seres complicados, esperamos alcanzarlo todo por medio de años de trabajo y esfuerzo, pero en el sistema metafísico no es así, en el reino de lo inefable, se necesita más que obras para obtener lo que en verdad vale en esta vida.

El dia de ayer estaba en un pequeño bosque cerca de mi hogar, desde que me mude acá casi todos los días IVA, pues mis mascotas les gusta el pasto para hacer sus necesidades, así que les lleve desde que estoy acá durante casi seis meses, al inicio no lo noté, luego me di cuenta de que es un lugar especial, tiene árboles de eucalipto alrededor del camino, el eucalipto es un árbol curativo muy hermoso, tiene propiedades que ayudan a la respiración, así es la importación de aquellas cosas que en realidad valen, aquellas cosas que nos sanarán, porque nos ayudarán a respirar mejor,a tener mejores relaciones con el creador de esos hermosos árboles de eucalipto, y a tener mejor salud.

Luego de estar este tiempo en ese pequeño bosque y tener que pronto partir de acá, puesto que me mudare solo puedo decir una cosa, debemos valorar cada momento, saber apreciarlos, pues en un instante ya tenemos que movernos hacia otro lugar y puede que hallamos dejado pasar la oportunidad de realmente vivir.