Una vez, mi hermana, que en paz descanse, tenía como costumbre, prenderle velas a unas imágenes que ella tenía en unas tarjetas, algunas en la parte de atrás, tenían como una especie de oración, que la persona, al prenderle la vela, tenía que repetir, aquí se conocen como Animas o Animas sola, a según, se les prende las velas, para pedirle un deseo o una petición, pero la persona está obligada a durar un tiempo orandole si no, ahí viene mi experiencia con esto.

Un día, había salido para una fiesta de quince años y llegue un poco pasada las 12 de la noche, cuando entre en casa, todos estaban dormidos, me cambie y fui derecho al baño, para asearme e ir a dormir, el baño esta fuera de casa, en el patio, fui y cuando comencé a bañarme, escuche un silbido, pero muy finito, esos que suenan como si te hubieran silbado cerquita del oído, al principio no me sorprendió, pero siguió y siguió, llame a ver si era alguien y nadie me contesto.

Con la piel erizada y casi sin poder caminar, llegue hasta el cuarto de mi mamá, (Ella es mi Súper chica), le conté y ella inmediatamente llamo a mi hermana y la regaño, recuerdo que le pregunto si le había prendido la vela a la anima y ella le dijo que no, le dijo vamos y fueron hasta el cuarto o closet donde prendían esas velas, mi mamá regreso y me dijo, pon tus zapatos en cruz y duerme hijo, ya no van a molestar, tan fácil que lo dijo mi mamá, pero esa noche, la luz del cuarto paso toda la noche encendida, que miedo.

Mi mayor experiencia fue con una vecina, cuando yo tenía 16 años, ella era amiga de la casa desde que yo era un niño, me había tomado mucho cariño, a según porque de estar vivo su hijo, el seguro fuera igual a mí, eso me lo dijo muchas veces, cuando ella murió, estaba en otro estado de nuestro país, fue triste no haber podido despedirnos de ella, pero meses después comencé a vivir cosas muy extrañas.

Una noche, eran como las 11, cuando salí a tomar agua y justo en la nevera, estaba una señora, vestida con una bata blanca, recuerdo que mis gritos despertaron a todos, luego una noche, estaba acostado y sentí como una mano acariciaba mi pierna y oi cuando pronuncio mi nombre, era la misma voz de la señora, mi madre hablo, al día siguiente con una señora y le dijo, que tal vez el alma de la señora nos descansaba, por el hecho de no haberse despedido de mi.

Al día siguiente estaba yo, en el cementerio, frente a la tumba de la señora, Mis padres habían hecho como la señora les recomendó y ahí estaba yo delante de la tumba despidiéndome de ella, porque a según, despedirse de mí, fue algo que ella había dejado pendiente, no sé si habrá sido real eso, pero no volví a sentir ni ver nada parecido que me recordara a ella.

Agradecido con todos los amigos que se detuvieron y tomaron un poco de su tiempo para leer mi anécdota y envió un gran saludo a las amigas @fendit y @belenguerra y felicitarlas por el gran trabajo que realizan en la comunidad @writingnreviews y por siempre traer concursos como este donde podamos abrirnos y expresar nuestras experiencias, inclusos las más extrañas e inexplicables.