Saludos a todos, amigos de Writing & Reviews…

No estoy muy informada de cómo es la tradición en otros países, pero al menos aquí en Venezuela, en mi familia acostumbramos a dejar un par de zapatos a la orilla del pesebre la noche anterior, y al despertar despertamos con la emoción de ir al pesebre a ver que dulces nos habrían traído los reyes.

Justo anoche tuve una seria conversación con mis reyes, me quejaba de que desde hace unos años ya no me visitan y que ya esté grande no es una excusa, pero la verdad no esperaba nada y en la mañana al despertar me sorprendí al ver al lado de mi cama uno de mis zapatos con dos dulcitos. Fue un lindo detalle y ya vemos que las conversaciones sí funcionan.

Luego de despertar, mi día transcurrió de manera normal. Me alisté para ir al trabajo, pero tardé un poco porque desde la semana pasada me atacó una gripe y la congestión nasal no me ha tratado muy bien.

Al estar en el trabajo, el resto del día pasó súper rápido y estuve muy ocupada poniéndome al día con algunas asignaturas de la universidad que, aunque no hemos comenzado, sé que ya se acerca y tengo un parcial y dos entregas de trabajo cerca.

¡¡También aproveché de por fin redactar y publicar el LOGRO 2 en Newcomers' Community!!

Ya se hacía de noche cuando decidimos salir a comer cerca de la casa para celebrar el día de reyes, pero no sin antes de buscar a Jesús para que llevarlo también a cenar. Y es que, estos días tienen una cierta magia para los niños y disfrutarlos con ellos le dan más sentido.

Como todo es cerca fuimos caminando a buscarlo y luego al lugar de comida rápida, pedimos unos perros calientes para mi novio y para mí, una hamburguesa para Jesús y una ración de papas y un refresco para los tres.

Mientras esperábamos estuvimos conversando hasta que estuvo lista la comida y volvimos, así como fuimos, caminando, pero con la barriguita llena.

Lo llevemos a su casa y volvimos nosotros a la casa para ver un rato series antes de ir a descansar.

Espero que sus Reyes Magos les hayan dejado regalitos, sobre todo lo más importante, el regalo de la salud y la alegría.