Personajes:
          Señor agente
          Ama de casa
          Juez
          Hijo

     Escena única: la escena ocurre en el despacho de un juez, este está sentado en su escritorio revisando documentos; es un juez de unos cuarenta años, un tanto pasado de peso, además es muy dormilón; un rato hojea, un rato cabecea.

JUEZ: (dirigiéndose al policía que vigila la puerta) ─Señor agente, señor agente, haga pasar al próximo delincuente. (Entra la ama de casa)

AMA DE CASA: ─Arrésteme, señor juez, soy culpable. Míreme el rostro, se me ve la culpa. No se quede ahí sin hace nada, llame al ejército, a la policía, espóseme, póngame una camisa de fuerza, áteme; no ve que puedo huir, y si huyo, ¡ay, Dios mío! puedo cometer otra locura. No permita que eso suceda (despierta al juez).

JUEZ: ─Tienen razón, tiene razón, alguien tienen un pedazo de jamón.

AMA DE CASA: ─Sí, señor juez, llame a un pelotón, quiero ir a la cárcel, merezco trabajo forzado si es posible. (Entra el señor agente ).

SEÑOR AGENTE: ─¿A quién se le quemaron los fusibles? Acaso están hablando en clave o descubrieron que la gallina es un ave.

AMA DE CASA: ─Sí, señor juez, el asunto empezó por la gallina.

SEÑOR AGENTE: ─No señor juez, yo no tengo nada que ver con la vecina (señala a la señora); lo que pasa es que esta señora habla más que una lora.

AMA DE CASA: ─¡Protesto señor juez! (golpea el escritorio y despierta al juez).

JUEZ: ─Muy bien, muy, dejaremos esto para después.

(Entra el hijo de la ama de casa)

HIJO: ─No señor, a mi mamá no la van a cocer, (toma del brazo a la madre) mejor nos vamos de aquí antes del que el juez se haga pipí.

SEÑOR AGENTE: ─No, al juez no le pica la nariz.

AMA DE CASA: ─¿Y entonces qué le pasa?

HIJO: ─Pues que comió mucha grasa.

SEÑOR AGENTE: ─¿Cómo? Qué acaso no estaba en dieta por el exceso de manteca.

HIJO: ─Sí, y mi mamá le dio gallina para evitar darle más harina.

SEÑOR AGENTE: ─Ah, ahora entiendo (detalla al juez que está dormido, luego le dice a la señora) Pero… ¿este no es... su esposo?

AMA DE CASA: ─Sí, pero duerme como un oso.

SEÑOR AGENTE: ─Y este… (detalla al hijo) ¡es su hijo!

AMA DE CASA: ─Sí, pero no tiene lombriz.

SEÑOR AGENTE: ─¿Y qué hacen ustedes aquí? Usted no es… (detalla a la señora) claro, mi vecina. (En ese momento despierta el juez)

JUEZ: ─Sí, el asunto empezó por la gallina.

SEÑOR AGENTE: ─Bueno ¿Y de quién es la gallina?

JUEZ, HIJO, AMA DE CASA: ─Pues de la vecina.

SEÑOR AGENTE: ─¿Cómo? ¿De mi esposa? me comieron la gallina.

JUEZ, HIJO, AMA DE CASA: ─¡Sííí!

(Juez, hijo y ama de casa salen corriendo perseguidos por el señor agente.) FIN