Esta historia no es ficticia, es una historia real.
Un día muy común recibí una solicitud en Facebook de un chico, un chico más.

Ese chico me escribió y yo le respondí, sin saber que llegaría a cambiar mi vida por completo. En esos momentos estaba pasando por momentos de angustia, me sentía sola, deprimida y lloraba todas las noches. Comenzamos a hablar cada día más y por casualidad de la vida, ambos creíamos en Dios y su hijo Jesús, somos cristianos. Pero no teníamos una cercanía como tal a Dios, estábamos alejados de él. Yo ignoraba al creador por molestia por haberse llevado a mi hermano y haberle permitido que padeciera tanto. Pero luego miré esto con otros ojos. (Mi hermano era muy bueno para este mundo, Dios lo salvó de cosas venideras).

Este chico comenzó a recordarme en quién yo había creído. Y sin darnos cuenta, ambos estábamos impulsando al otro a acercarse a Dios nuevamente.

Un día este chico decidió alejarse de mí. Y yo no lo entendía. Él decía que no era la voluntad de Dios que continuaramos hablando, yo me deprimi bastante y sentí que me arrancaban una parte del alma. (¿Cómo este chico podía significar tanto para mí?) Entendí que me había enamorado. Luego de enviarle un último mensaje. Me dijo qué era lo que pasaba. Le daba dolores de cabeza cada vez que hablábamos. No podía orar y pedirle a Dios por mí porque se sentía mal y sentía pesadez.

Pero así como existe Dios y la luz. También existen las tinieblas. Nuestra cercanía era peligrosa para las tinieblas (el que lee entienda) y entendimos que teníamos un propósito bastante grande juntos. Y esa pesadez que él sentía al hablar conmigo nunca volvió, porque Dios nos estaba confirmando que si era su voluntad que estuviéramos juntos.

Nos enamoramos el uno del otro sin nunca habernos visto en persona. Solo hablábamos por chat, audios y videollamada.

Y cuando nos dimos cuenta, éramos novios. Y nos sentíamos muy felices. Cada vez que algo quería derrumbarme, él me animaba, hasta ahora nunca me ha dejado caer. Es una bendición del cielo para mí vida. Y estoy agradecida de Dios por habernos acercado el uno al otro.

Hoy me tocó ir a una audición de canto. Fue muy difícil, se me presentaron muchos obstáculos para no ir. Y cuando llegué ya el jurado estaba escogiendo a los seleccionados para el concurso de canto. Y a penas nos habíamos visto. Y él corrió y hablo con el productor y me dieron la oportunidad de audicionar.

Casi me caigo de la tarima cuando me bajé pero él me sostuvo. Con mucho cariño me dijo que todo estaría bien...

Y cuando subió el jurado, la primera persona seleccionada, fui yo.

El día de hoy estuvimos juntos, por poco tiempo pero fue un sueño hecho realidad, al tan solo tomarnos de las manos y darnos un abrazo.

Después de tanto tiempo solo mirándonos a través del teléfono.

Quiero agradecer a @belenguerra @fendit @writingnreviews