Festejando los 6 años de mi hija || Amor, esfuerzo y sonrisas

Hola a todos, hoy quiero compartir con ustedes la felicidad que siento de haber podido celebrar un año más de vida de mi pequeña hija, para mi todo lo que a ella se refiere es totalmente una emoción y orgullo ya que juntas hemos podido superar grandes batallas. No hay palabras que describan este lazo tan grande que tenemos, y que se ha convertido en mi principal razón de vida.

Mi hija para mi es y será lo mejor que me ha pasado. Al principio tuve miedo; sabía que dentro de mi vientre había una pequeña vida que estaba a punto de nacer, y me envolvía la incertidumbre sobre lo que suponía ser madre. Estaba aterrada, e incluso algo deprimida. Pero mientras mi barriga crecía y crecía como un globo, empecé a sentir ese amor maravilloso hacia la bebé que formaba parte de mi. Mi embarazo fue una bendición que se materializó en la unión de mi familia y la fortaleza que yo misma debía asumir como mujer.

Tengo la constumbre de celebrar cada cumpleaños de mi hija. A ella le encanta, porque puede divertirse con sus amigos y disfrutar esa infancia que todos alguna vez disfrutamos entre globos y confetis. La difícil situación de mi país Venezuela hace que estás celebraciones sean casi imposibles, por lo que debo trabajar el doble para así dibujar una sonrisa en mi niña en sus cumpleaños. Sé que lo material no es lo importante, pero mientras puedas materializar el amor siempre otorgarás felicidad.

Su segundo añito lo celebramos de manera sencilla en familia; fue agradable ver cómo mi hija sonreía cuando jugábamos y encendíamos las velas de su pastel. Desde ese instante me prometí verla sonreír, pues es su sonrisa la que le da brillo a mis hijos y mi orgullo de madre.

A los tres añitos decidí bautizarla, por lo que su cumpleaños y su bautizo se unieron en una sola celebración.

Le prometí a mi hija que en sus 4 añitos si haríamos algo lindo para festejar y fue entonces que al llegar febrero del año 2019 comencé a comprar poco a poco lo que sabía que necesitaría para celebrar su cumpleaños. Fue algo difícil, pero no imposible… ¡Nunca duden de la voluntad de una madre!

Al llegar junio del 2020 en medio de una pandemia pensé que no podíamos celebrar su cumpleaños número 5, más sin embargo aprovechando que en el estado no había desbordamiento de covid-19 decidí hacerle su fiesta pero solo para compartirla con la familia más allegada. Esta vez el tema fueron “las princesas”, por lo que le confeccioné un hermoso vestido para que ella se sintiera como una princesa; aunque más que princesa es una guerrera, ¡Juntas hemos domado los feroces dragones de la vida!

Este año ya sin trabajo, y con la situación un poco complicada económicamente si veía casi que imposible celebrar su cumpleaños número 6, pero soy partidaria de quien quiere puede. Ella escogió la temática de “Rapunzel”, y con un reto de celebrar una fiesta mejor que la del año pasado, se me complicaba todo, y más con presupuesto corto, pero no fue impedimento a hacer las cosas bien y con ayuda de varias personas lo fuimos logrando.

Gracias a Dios mi pareja es una persona que hace lo posible para tallar una sonrisa en los labios de nuestra hija. Él me prestó su apoyo en todo momento, siempre dispuesto a darlo todo para la felicidad de nuestra pequeña Camila. Fue con su ayuda, la de mis hermanas y la de mi cuñada que logramos reunir los materiales suficientes para brindarle una bonita celebración a mi hija. Mi madre y yo nos encargamos del vestido; fueron días enteros de trabajo, pero todo valió la pena.

Nuestra tarea como padres es difícil; a veces enfrentamos difíciles situaciones que escapan de nuestras manos y que también afectan a nuestros hijos. La situación de mi país sin duda ha sido una piedra en mi zapato, pero no por ello me doblego. Intento siempre que mi hija sea feliz, que sus sonrisas se multipliquen y que crezca en un ambiente optimista. Sé que es duro, pero no por eso imposible. Hagamos lo necesario para más niños felices… sea cual sea la manera, mirar a un niño emocionalmente sano es un regalo que no se compara con nada en el mundo.