28 Ciclos Terrícolas | 28 Earth Cycles by @ginworld

ginworld (64)in Writing & Reviews • 3 years ago (edited)

Hoy cumplo 28 vueltas al sol habitando este planeta. Vine una mañana fría de junio, en una antigua maternidad situada en medio de una ciudad rodeada de montañas verdes y rocosas.

Mi cuerpito llegó coloreado con un tono violeta y me desmayé por el cambio de hábitat. Aquí el aire es diferente y necesité oxígeno extra. Me pusieron en una incubadora como a un pollito. No quise nada. Ni tomar de la leche de la mamá que me habían asignado. Me alimentaron por sonda y me pusieron ropita blanca.

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Una semana después mi piel se coloreó de amarillo, me colocaban una venda oscura en mis ojitos y me desnudaban ante el sol.

Al poco tiempo empezó la travesía por unos edificios grandes, dónde cada cierto tiempo, mi mamá cuidadora siempre me llevaba. Eran lugares llenos de terrícolas y soldados con batas blancas, caminando de un lado a otro.

Resulta que yo vine a vivir aquí con un solo filtro y no 2, como los del planeta tierra. ¡Y es que en mi planeta Rett somos tan variados! Hay muchas chicas y pocos chicos. Tenemos sistemas diferentes; nuestra digestión, metabolismo, y locomoción son muy diversos. Muchos vibramos y resulta que aquí en la tierra eso es malo y le llaman convulsiones, o peor aún, epilepsia.

Es muy difícil vivir fuera de él. Hablo del planeta Rett. En este ambiente, muchas cosas nos son extrañas. Amenazantes. No resistimos éste ecosistema como lo hacen los humanos. Ellos pueden defenderse con su supercuerpos dotados de un sistema inmune terrícola. Nosotros vamos medio incompletos.

Mis colegas Rettilianos también, en su mayoría chicas, sufrimos un montón de embates con la humanidad con la que fuimos equipados para transitar el planeta azul.

He pasado la vida luchando con mi pancita, ella vino indefensa y no tolera una gran cantidad de alimentos, sustancias, horarios y un sinnúmero de cosas mortales más.

Mi espalda tampoco vino resistente y ya se inclinó en diferentes modos, mi cuello, mis brazos, mis manos. Todo se rebeló. Mis cuidadores me atienden y me sostienen con su voluntad, su amor, sus lágrimas; sin entender que no soy de este mundo, y por eso lo que es apropiado con otros, conmigo no funciona. Las medicinas en mí, no hacen efecto. Cosas tan básicas como dormir o comer, son toda una ardua empresa en casa.

La vida en la tierra con éstos cuerpos mortales, es como cargar una escafandra molesta y pesadísima que no nos corresponde, pero aún así no podemos sacarnos de encima. Es el Rett. Un Síndrome extraplanetario, una enfermedad rara, poco común, afectando princesas como yo y haciéndolas extraterrestres.
Inocentes criaturas que exprimimos la savia a quienes nos cuidan ¡y vaya forma de hacerlo!

Sin embargo reímos, amamos y bendecimos los hogares que habitamos. Vencemos las batallas que libramos junto a nuestras familias asignadas en esta travesía temporal y espacial. Vinimos a ganar, aunque no lo parezca.

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Y es que no pertenecemos aquí. Somos turistas. Vinimos por un periodo de tiempo a regalar luz a nuestros cuidadores, a nuestros amigos, a hacerlos héroes y nos vamos. Es eso.

Gracias por comprendernos. ¡Recompensas para todos!

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ENGLISH

Today I am 28 laps of the sun inhabiting this planet. I came on a cold June morning to an old maternity hospital in the middle of a city surrounded by green and rocky mountains. My little body came red with a violet hue and I fainted from the change of habitat. The air here is different and I needed extra oxygen. They put me in an incubator like a chick. I didn't want anything. Nor take the milk of the mother who had been assigned to me. They fed me by tube and put me white clothes. A week later my skin turned yellow, they put a dark bandage on my little eyes and undressed me in the sun. Soon after, the journey began through some large buildings, where from time to time, my caregiver mother always took me. They were places full of earthlings and soldiers in white coats, walking from one side to the other. It turns out that I came to live here with only one filter and not 2, like those on planet earth. And it is that on my planet Rett we are so varied! There are many girls and few boys. We have different systems; our digestion, metabolism, and locomotion are very diverse. Many of us vibrate and it turns out that here on earth that is bad and they call it seizures, or worse, epilepsy.

It is very difficult to live outside of it. I'm talking about the planet Rett. In this environment, many things are strange to us. Threatening. We do not resist this ecosystem like humans do. They can defend themselves with their superbodies endowed with an earthly immune system. We are half incomplete.

My Rettilian colleagues, mostly girls, we suffered a lot of attacks with the humanity with which we were equipped to transit the blue planet.

I have spent my life struggling with my tummy, she came helpless and she does not tolerate a lot of foods, substances, schedules and countless other deadly things.

My back did not come resistant either and already bent in different ways, my neck, my arms, my hands. Everything rebelled. My caregivers take care of me and support me with their will, their love, their tears; without understanding that I am not from this world and that is why what is appropriate with others does not work with me. Medicines in me, they do not work. Things as basic as sleeping or eating are quite an arduous business at home.

Life on earth with these mortal bodies is like carrying an annoying and very heavy diving suit that does not correspond to us, but even so we cannot get rid of ourselves. It's the Rett. An extraplanetary Syndrome, a rare, uncommon disease, affecting princesses like me and making them extraterrestrial.
Innocent creatures who squeeze the sap out of those who care for us, and what a way to do it!

Yet we laugh, love, and bless the homes we inhabit and win the battles we wage alongside our assigned families on this temporal and spatial journey. We came to win, even if it doesn't seem like it.

And it is that we do not belong here. We are tourists. We came for a period of time to give light to our caregivers, to our friends, to make them heroes and we are leaving. Is that.

Thank you for understanding us. Rewards for everyone!

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