Llegó la noche, el reloj marca las 9:00 pm y ya estoy preparado para dormir, aunque un tanto incomodo, me encuentro rezagado en la sala ya que por tradiciones no puedo quedarme junto a mi amiga en su habitación, se me hizo tarde para ir a casa y termine metido de visita en una desconocida, pasando una noche de desvelo.

La tarde de hoy fue larga, buenas conversaciones, buena comida, buena convivencia, no imaginé un día tan cómodo para conocer a la familia de mi compañera, pero a la vez algo en el ambiente se tornaba un tanto extraño. Era de madrugada cuando sucedió todo, de pronto comenzó una pesada discusión entre los esposos, tíos de mi amiga, y que he conocido esta misma tarde. Tomé los audífonos para tratar de evitar oír lo acontecido, pero poco a poco esa disputa se volvía cada vez más molesta, no siendo mi casa me enfurecía y entristecía que algo así se estuviera sucediendo.

Se oyen golpes, gritos, llantos y lamentos de tan simpática señora, corriendo se dirige mi compañera tratando de manera comprensiva detener aquel calvario. Comienzo a pensar en la mala suerte de haber caído en medio de este echo, no puedo hacer nada, no me corresponde a mi hacer nada, no soy quien para mencionar algo.

Muy temprano en la mañana salgo de esa casa, sin mencionar lo ocurrido, aunque mi compañera pedía de corazón mil disculpas, pero, no soy nadie para discutir eso, solo soy un invitado que llegó en un mal momento. Sin embargo, dentro de mi solo puedo pensar que por el día esa hermosa pareja se amaba, mientras que en la noche podría afirmar que dos enemigos dormían en la misma cama.

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_{Tanto la fotografía como el relato son de mi autoria, fue inspirado en mis propias experiencias personales}