El término bioética proviene del griego bios que significa vida y ethos, que se refiere a ética. En primer lugar, es importante resaltar que el problema ético nace del hecho de que las nuevas tecnologías permiten ejercer un poder inaudito sobre el hombre y sobre los mecanismos fundamentales de la vida humana, es por ello que la bioética tiene que ver con los problemas de la vida cotidiana, tales como el nacimiento, la muerte, los derechos humanos, la atención médica y las políticas sociales que afectan la vida de todos los ciudadanos.

La bioética tiene un enfoque global, lo cual significa que tiene por objeto la promoción de la calidad de vida en general en todos sus componentes. Ofrece los principios de coordinación de la calidad de la vida física con la calidad de la vida ambiental y ecológica. Es decir, equivale a una ética universal para el bien del mundo, abarca todos los problemas éticos relacionados con la vida y la salud, tanto humana o biomédica, como ambiental o ecológica, y por último, se refiere a la metodología adoptada para su estudio, incorporando todos los conceptos, criterios y sistemas de valores correspondientes a las ciencias de la vida implicadas.

La bioética contribuye en la actualidad, al desarrollo de un diálogo científico y filosófico, dentro de un contexto interdisciplinario y humanista, lo cual es un requisito indispensable para abordar desde cada profesión particular, los conflictos éticos y morales que surgen permanentemente en el área de la vida y la salud, y de esta manera tener la posibilidad de tomar las decisiones más responsables, respetuosas y eficaces, que permitan alcanzar la conservación de la vida. Algunos de los temas que son campo de acción de la bioética son: la eutanasia, el aborto, la utilización de animales para experimentos, transfusiones de sangre, donación de órganos, entre otros.

Al ser la bioética la encargada de estudiar los actos humanos en el campo de atención a la salud, se relaciona directamente con la psicología, ya que ésta tiene como objetivo el estudio de la conducta humana, razón por la cual sus bases fundamentales están constituidas sobre temas o dilemas éticos referidos a la salud mental de los seres humanos. Asimismo, la bioética contiene principios que tienen como objetivo considerar al paciente con trastorno mental con la dignidad propia de cualquier ser humano, teniendo siempre presente que de la dimensión psicológica depende fundamentalmente de la calidad de vida y la libertad existencial de los seres humanos.

Además de ello, la bioética reflexiona en torno a tres aspectos de suma importancia para la psicología, como lo son, la vida, la calidad de vida, tratándose de un proceso con tendencia al máximo bienestar físico, mental y social y no sólo ausencia de enfermedad y/o discapacidad, y sentido de vida, expresando que la acción verdaderamente humana y virtuosa, es aquella que de manera permanente trata de responder la pregunta por el sentido de la existencia de cara a un proyecto de vida.

Igualmente se facilita la comprensión e interpretación de las decisiones que se toman en la cotidianidad, especialmente aquellas que tienen que ver con las emociones, la moral y los valores de la persona siempre en prospectiva, es decir, teniendo en cuenta las consecuencias futuras de las acciones presentes de acuerdo a los comportamientos psicológicos de las personas y sus contextos sociales.