SIN CONTRADICCIÓN NO HAY EVOLUCIÓN

Establecer un diálogo respecto a un tema donde existan opiniones radicalmente distintas no es justamente algo armónico, debido a que como seres individuales tendemos a ser subjetivos porque hablamos desde nuestra verdad, lo que es para nosotros la realidad de las cosas que nos rodean según nosotros mismos, sin entender que la verdad nuestra no tiene por qué ser la verdad de otro u otros; eso hace que se nos complique en muchísimas ocasiones llegar a acuerdos lo más equilibrados posible con otras personas. Normalmente al encontrarnos dialogando sobre un tema en el que estamos en desacuerdo la postura que colocamos por lo general es la autoritaria, la que nos surge desde la información que manejamos por creencias, cultura y vivencias de nuestro día a día, y es allí donde surge la complicación; una buena herramienta para tratar esto es como bien lo indicó Hegel (filósofo Alemán del siglo XVIII) "sin contradicción no hay evolución", es decir, que al estar en una posición desde la autoridad queremos cerrar la posibilidad de contradicción a nuestra opinión, y por ende nos cerramos a la evolución. Ideal es ver los diálogos como un péndulo que se coloca en movimiento hasta llegar a su completo equilibrio. Lo he comentado en reiteradas ocasiones, la dialéctica es la exposición de una tesis que espera de manera respetuosa una antítesis para posteriormente crear una síntesis, y allí EVOLUCIONAR.

Al molestarnos porque la opinión de otro sea completamente o un poco distinta a la nuestra dejamos un mensaje de fondo de que somos perfectos y no nos equivocamos, y eso no lo notamos, no lo hacemos consciente y vaya que es un gran error. La emoción negativa que sientes como predecesora de la reacción de tus palabras cuando te llevan la contraria no es el error en sí, lo nada positivo está en no hacer una buena gestión de esa emoción; porque al gestionar bien esa incomodidad podemos lograr que las palabras sean lo más acorde al respeto que se merece quien conversa con nosotros bajo su propia realidad, y así entre ambos colocándole DIALÉCTICA al diálogo se llegue a buenos acuerdos

La dialéctica es el arte del discurso, y para no hacerlo muy extenso entre sus significados del latín, griego y etimológicamente hablando; sólo comentaré que un concepto bien filtrado es "a través de lo escogido". En resumen se puede decir que es pensar para escoger bien lo que se va a decir.