Pánico en mi Alma por @casv ||Club5050|| 10% de aporte para la cuenta @wrintingnreviews

Hola estimados amigos de esta comunidad. Me complace participar en esta maravillosa plataforma con una nueva oportunidad para expresar pensamientos, vivencias y sentimientos a través del eterno imaginario que nos permiten el lenguaje a través de las letras. Espero que les guste y me comenten.

Abrí los ojos al despertar, sentí una luz intensa que castigaba mi visión. A medida que se atenuaba mi deslumbramiento, observé las paredes blancas de la habitación en el que me encontraba. No había ventanas, solo una cama con un colchón maltrecho, hendido por el tiempo transcurrido que no puedo determinar, una lámpara en el techo sin refracción y una puerta de hierro gris como la falta de claridad de mis pensamientos. Me siento lento y cansado, mi debilidad afecta mi capacidad de entendimiento y de reacción. Mi pulso empieza a acelerarse en la misma medida que mi ansiedad. Mi cuerpo empieza a temblar, temeroso como una presa escondiéndose de su depredador que acecha.

El pánico inicia su invasión maléfica en mis sentidos como una posesión sin control en mi raciocinio que ahoga mi aliento. Mi instinto de supervivencia brota como fuerza emancipadora, impulsa mi aliento y activa mi garganta hasta lograr una palabra desesperada que pide ayuda como un grito que retumba en mis oídos y que frustradamente busca el eco en la habitación. Me siento abrumado por este terror indescriptible en esta guerra invisible que no he convocado.

Veo la puerta, mis piernas se rigidizan, mis brazos las acompañan, mi alma se empodera de mi cuerpo y con todas mis fuerzas avanzo contra el enemigo, lo golpeo con indiferencia, lo debilito en su objetivo, mi fé lo embiste como un ángel con su rayo de luz, desapareciendo lentamente las tinieblas gobernantes de mi alma y mis pensamientos.

Logré llegar a la puerta, con el fragor de la batalla, bañado en sudor y enceguecido por las lágrimas, al mismo tiempo que la rotación de la manilla culmina, inhalo mi aliento para reimpulsar las fuerzas que detonan en mi garganta aquel grito de esperanza que retumba en el pasillo el eco de mi alma.

Las enfermeras se acercan raudas al andar como palomas mensajeras de paz, prestas a ayudar. La medicina fluye sin parar, mi cuerpo está consciente del mal.