SOMOS UNO: TESTIMONIO

Era un manto negro tan oscuro que me hizo comprender el tamaño ínfimo de mi cuerpo.

A mis ojos, mi ser corpóreo es macro, y las escalas son tan variadas, que fácilmente puedo descubrir pequeños mundos en todo lo que me rodea y está a mi alcance.

De igual manera ocurre desde el Universo hacia nosotros.

Podremos ser tan soberbios?

Podremos creernos omnipotentes?

Es que no lo ves?

Lo dice el cielo.

Somos un gran conjunto que hace al sistema entero.

Nos relacionamos como buenos elementos, con objetivos diversos.

Somos uno.

Aunque estemos hoy y no mañana, y a pesar de que muchos estuvieron y ya se hayan ido, están en alguna parte, iremos a algún lugar.

Era un manto negro tan oscuro, que entrada la noche me permitió ver las estrellas titilar.

El silencio era ensordecedor, pero esas luces cantaban en un chispear incesante, compartiendo conmigo la más hermosa de las danzas.

Miré al hermoso y al único satélite natural: la Luna.

Me encandiló con su reflejo, generando una ceguera temporal que me obligó a cerrar los ojos.

No es tan diferente, pensé.

Con mis pupilas escondidas tras mis párpados, aun podía ver la negrura, todavía vibraban las estrellas, aun encandilaba la luna.

Y nuevamente lo comprendí: el Universo está en nosotros.

Escribí esto tras un cerrar de ojos que me recordó una noche estrellada en Entre Ríos, por el año 2009.

We are ONE: testimony

It was a black cloak so dark that it made me understand the tiny size of my body.

In my eyes, my corporeal being is macro and the scales are so varied that I can easily discover small worlds in everything that surrounds me and is within my reach.

In the same way, it happens from the Universe to us.

Can we be so superb?

Can we believe ourselves to be omnipotent?
Do not you see it?

Heaven says so.

We are a great group that makes the whole system.

We interact as good elements, with different objectives.

We are one.

Although we are today and not tomorrow, and although many were and have already left, they are somewhere, we will go somewhere.

It was a black cloak so dark that late at night it allowed me to see the stars twinkling.

The silence was deafening, but those lights sang in an incessant sparkle, sharing with me the most beautiful of dances.
I looked at the beautiful and only natural satellite: the Moon.

He dazzled me with his reflection, generating temporary blindness that forced me to close my eyes.

It's not that different, I thought.

With my pupils hidden behind my eyelids, I could still see the blackness, the stars were still vibrating, the moon was still dazzling.

And again I understood: the Universe is in us.

I wrote this after closing my eyes and remember a night full of stars in Entre Ríos, in 2019.