_{Atardecer en el puerto antiguo de Génova. Hoy, la luz del Sol es uno de mis abazos preferidos.}

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Este nuevo voluntariado me trae una experiencia nueva por completo. Por primera vez, estoy voluntariando con chicos 10 años menores que yo. Ambos están terminando su carrera universitaria, uno en finanzas y la otra en marketing.

Están entusiasmados, están felices, están hambrientos de conocimiento y los dos quieren hacer sus posgrados ya mismo.

Los veo y me veo a mi a su edad, estudiando sin parar, luchando con el tiempo, porque la fecha en que me había propuesto recibirme, estaba llegando a su límite.

Estaba obsesionada con encajar en un molde laboral, y no sabía muy bien por qué. Y logré todo lo que quería. Y cuando lo alcancé, me topé con una dura realidad: yo no quería estar ahí.

Me había convencido de que ese era el camino, porque eso vi mientras crecía, porque eso me dijeron mis padres que tenía que hacer. El plan era recibirme y encontrar un trabajo en el estado, un trabajo que me asegurara un sueldo y que nadie pudiera quitarme, que fuese MÍO.

Y eso hice.

Una vez alcanzado el objetivo, tras finalizar mi carrera de posgrado, una Especialización en Salud Pública (en mis intentos de aunque sea rozar la Medicina teniendo madre y padre médicos), me di cuenta que a cambio de ese trabajo "mío", yo estaba entregando mi vida.

Era como un pacto.

Yo entregaba mis sueños y mi libertad y a cambio obtenía un salario mensual que me alcanzaría para vivir. El puestito en el estado, el puestito intocable allí, tras un escritorio, pasando a ser un mueble más de la oficina, pero claro, con el sueldo asegurado para sobrevivir.

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_{Más de un atardecer soñado, pero real.}

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Miro hacia atrás y reconozco que era "alguien". Era Belén, la Geógrafa de la Dirección de Planificación de la Municipalidad de Guaymallén. Llegó un momento en el que no hacía demasiado, pero ocupar ese puesto, me convertía aparentemente en persona.

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No hace mucho que eso pasó. Renuncié a mi calidad de "alguien" en junio del 2021 y estuve en esa oficina desde julio del 2017 (lo feliz que fui el día que conseguí ese trabajo, nadie pudiera creerlo en este momento).

Mientras estuve en esa oficina, hubo días en los que lloraba antes de ir a trabajar, porque trabajar allí significaba sentarme; porque mirar esa computadora significaba detener mis ojos en las palabras y viajar con mi mente a los más hermosos escenarios en donde yo era libre.

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Pero un día... un día especial, mágico y necesario, le pregunte a mi jefa en dónde practicaba Yoga, le dije que yo tenía ganas de empezar. Y en ese momento se empezó a abrir una puerta.

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Con cuidado la empujé un poco, estaba curiosa por saber qué había detrás. Y todo lo que vi, fue luz.

_{La luz del Yoga, en mi mente, es tan potente como la lu del sol. Encandila con su brillo y protege con su calor.}

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Hoy tengo dos títulos universitarios: Profesora de Geografía de nivel Universitario (me recibí estando en Steemit y lo compartí con ustedes) y Geógrafa (recibida en el 2015); y un título de posgrado: Especialista en Salud Pública (2019).

Quiero escribir esto, porque de alguna manera me deja ver que yo soy la misma que hizo eso, ya que a veces me veo tan distante de ese personaje, que no puedo creer que aquello forme parte de mi vida.

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He llegado a un punto del camino, en donde puedo ver que lo que decidimos estudiar, responde a nuestros gustos (ojalá sea así, por favor no estudies algo que no desees!), y eso está muy bien. Pero eso no nos hace "alguien".

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Eso está muy lejos de hacernos alguien!!

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Eso nos permite experimentar algunas cosas de la vida. Algunas cosas limitadas, escuetas, y al final de la vida, solo seremos nuestra profesión y las experiencias que nuestra profesión filtró en nuestra vida (más la familia, pareja y demás, claro).

Pero... somos mucho más!

Cómo es posible de que estemos convencidos de que una profesión nos transforma en alguien??

Una profesión nos otorga un rol en la sociedad, y nos deja ahí. Este es tu rol. Punto.

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Pero la experiencia de vida puede hacerse tan inmensamente rica fuera de la profesión, que realmente no logro comprender cómo han logrado meternos esto en la cabeza.

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Y lo digo como alguien que amó su carrera. Amé la escuela, amé la universidad, amé estudiar horas y horas. Me gustaba mucho hacer eso, era de las aplicadas y tenía hambre de conocimiento, como los chicos que tengo hoy como pares voluntarios.

Pero... saben qué descubro ahora? Que el deseo de aprender responde a la mente, nada más. Que saber es hermoso, pero solo te permitirá conversar sobre unos temas y tener algunos números y fechas en tu mente. Jamás podrás abarcar todo el conocimiento que existe.

Leer y nutrir a tu mente, es maravilloso, pero en el tiempo de vida que tenemos, se convierte en algo limitado. Por más que leas 14 horas diarias cada día de tu vida, no podrás conocer todos los temas en su totalidad. Serás una persona asombrosamente culta, sin dudas, pero se te seguirán escapando cosas.

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_{La sabiduría no reside en los libros, sino en la experiencia!*}

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La vida no se trata solo de conocer desde la mente.

Es algo que comprendo hoy, 10 años después de estar obsesionada con los libros.

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La vida es EXPERIENCIA.

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Hoy me topo a diario con culturas diferentes, hoy sé como son las personas de Rusia sin haber pisado ese país, hoy sé qué está pasando en Marruecos y cómo se siente su gente sin tener en mente visitarlo; hoy me nutrí de la energía de viajeros increíbles que están vibrando tan alto que también se han olvidado de quienes eran; hoy sé planificar un viaje; sé viajar sola; sé buscar valor en mí cuando siento miedo; sé escuchar a mi intuición; hoy he pasado por más ciudades en 5 meses de las que había recorrido en 10 años de mi vida, y todo esto, es solo un extracto del contenido que hay en mi.

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Hoy tengo nuevos conocimientos en mi mente, pero lo más importante es que tengo experiencias que ningún libro, noticiero o video podría darme.

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Y saben qué hice esta mañana?

Esta mañana limpié baños, habitaciones y cocinas...

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CONCLUSIÓN:

LA EXPERIENCIA DE VIDA ESTÁ EN LO SIMPLE. PUEDE HABER UN DIPLOMÁTICO MUY CULTO CON UNA SABIDURÍA CASI NULA. Y PUEDE HABER UN SABIO QUE NO HAYA TOCADO UN SOLO LIBRO EN SU VIDA, QUE HOY ESTÉ PIDIENDO UNA MONEDA EN LA PUERTA DE UNA IGLESIA.

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Amigos, los saludo ahora. Este es otro de esos escritos que salen sin pensar. Las ideas epezaron aparecer en mi mente y dije... es hora de escribir. Por eso no hay saludos ni introducción.

Espero que tengan un gran día y deseo que sus sueños dejen de ser sueos y se transformen en su manera de vivir.

Un fuerte abrazo!! Gracias por estar ahí!!