Desde el principio fue un noviazgo muy sano, lleno de respeto, buena comunicación y momentos especiales. Él era mi primer amor y yo el suyo, estábamos eufóricos. Nos vimos crecer, madurar y lograr algunas de nuestras metas como: graduarnos de secundaria y entrar a las universidades de nuestros sueños.

Raúl siempre ha sido muy detallista, muy atento y le gusta prepararme sorpresas. Muchas veces estuvimos en ciudades diferentes y hasta en países diferentes, pero siempre, cuando ya nos extrañábamos mucho, llegaba como podía a donde yo estuviera.

Decidimos separarnos un tiempo por diferencias que no supimos comprender en ese momento y él emigró a Perú porque también contaba con esa nacionalidad, pero luego caímos en cuenta de que nunca dejamos de querernos y de que el mundo era un poquito mejor cuando estábamos juntos. Actualmente tenemos 23 años me vine a vivir con él en Perú, nos mudamos a un minidepa y estamos, como yo digo en broma, sobreviviendo a la vida en pareja.