Agar la fiel esclava de Sara la esposa de Abrhan, quedo embarazada por sugerencia de su ama Sara al dársela a su esposo, esta queda embarazada, ella con acciones de superioridad a su ama comienza a despreciar.

En la época del antiguo testamento el significado de despreciar suponía negación y humillación del otro, estimando y dudando su capacidad e integridad moral siendo igual al odio y que a la vez envuelve sentimientos de superioridad despreciada considerando indigna por su esterilidad a Sarai.
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Entonces Sarai, fue a quejarse ante su pareja quizás también en su interior, movida por los celos. Este como respuesta le expreso: ‘¡Mira! Tu sierva está a tu disposición. Haz con ella lo que te parezca y quieras”. Entonces Sarai se puso a humillarla para que su actitud retornara a su, mansedumbres y su maleabilidad para nuevamente ser sometida.

De modo que el duro trato impuesto por Sarai forzó a Agar y al desierto huir con su hijo Ismael, el desierto, caminado buscando y luchando por encontrar una solución al la situación llego a ser para ella un lugar de reflexión y concientización, fue entonces que allí, un ángel enviado por Dios, la encontró y con beneplácito este le anunció que sus hijos serían numerosos y le oriento que regresara al lugar de origen al lado de su ama Sarai, de donde huyo.

Y es que en su condición esclava extranjera, con un estatus social muy bajo. Ella no tenía control sobre su propia vida.

Pasado un tiempo Sarai concibió y embarazada quedo, más adelante Agar nuevamente y para siempre al desierto regreso allí, estuvo caminando Con hambre y sed, lloran y claman para no morir. Entre clamor y plegarias es escuchada y por Dios consolada ella y su hijo Ismael, recuperan la fortaleza y la vitalidad, vuelven a creer y fueron protegidos por Dios durante el tiempo que permanecieron y vivieron en el desierto.