As the rain fell there was only one in the woods
Inhaling the fresh air, sniffing the odour sent by heaven. He couldn't resist the rich aromas of Mother Earth's flora. Like an addict, he followed the smell to discover a delicious herb.
Just what I am looking for, he thought happily, I can use a cup of hot herbal tea.
Within a second he held the plant in his hand and thanked the Mother. The forest, with a variety of trees, bushes and plants was his home, no way he would ever turn his back on it.

He laid his hand on the trunk

of the old oak, in an attempt to stroke, as a light fell out of the sky followed by the sounds of drums completely different from the thunder.
He wasn't curious, he had never been and liked to keep it that way. All he was was the uncrowned king of herbs and cooking, not a party animal like those on the Olympus.
The raindrops didn't dare him at all, the small figure on his way home would never feel sick to the bone.
The melody of his flute danced through the air, and landed on a soft breeze that spread the sound of harmony and love, to every corner of the woods before he fell asleep.

Sir, don't you know, Goat bloated in agony, it's as if the gates of Hell are open. They are insane and blame you for their behaviour, their lack of norms and values, while keep celebrating.

The food looks good,

I love to meet the cook. His nose had never experienced such flavours before but the scent of the sinners was hard to ignore.
How dare they blame me, the most peaceful harmonious creature. I haven't committed any sin.

They call themselves Bacchanalians, said the Lightbringer, it's to honour your fine taste my friend. The food, the music, and the wine are all good to release their beasts.

What about the one with the chopped-off head right in the back, why the scene with the open chest, the playing with intestines? Are sure those females aren't men in dress, are those fellows right in their heads? What about the holy man that peeping Tom? Did you notice even that Cyclop Polyphemus showed up?
It's a cacophony, the worst set orchestrated by filthy sick rich, religious and drunks. Where's Hella, she must be busy.

It's disgusting, Bacchus thought, and closed his eyes. He couldn't bear it any longer, but the pictures of what he had seen, the obscenity of humankind, were hard to deny. There was no need to paint a picture, the collage was engraved in his memory, burned on his retina, it was impossible to wipe out. Was this his fault, the result of a vineyard, a good wine? No way he was to blame.

There is no difference between race, gender and rank how can they possibly enjoy the smell of the rain, a delicious meal or taste a good wine if they prefer to drink blood? Are these murderers, cannibals, Pan asked shocked no longer in the mood to play his flute.

I can't shine a light on that, Lucifer remarked, just like you I am not thrilled to meet and greet any of these creeps. Let's leave before it gets out of hand, before Goat and Cernunnos will end in a stew or these barbarians decide to eat them alive.

This has totally nothing to do with me, Bachhus declared, it made him furious being falsely accused.

Indeed it is bad,

The Lightbringer said as they gathered together in the dark. No way any of them could forget what they had seen, it was way too surreal.

It's The Fair, Goat explained, it was the high priest himself who gave his permission. That man is the biggest hypocrite of all.
It's only your name, you are indeed the perfect one to blame. No one knows who you are, or what you look like, for now, you are perfectly safe but they won't like it if they see you are living here in perfect harmony.

This is sickening. If you ask me we are on our way to the next pandemic, The Horned One interrupted while holding his torcs. He was born into the nobility and accompanied by his stags and the snake. His antlers were gigantic and hard to oversee just like the golden necklace around his neck.
We all are in danger and so are you, he continued while looking at Goat who was by far not as mighty and loved as Cernunnos who dated once a year with the Goddess.

At the end of the day, the word was spread that Pan was dead. It was the only way to keep the secret forest safe against the new age's pandemic.

11-2-2024 

The Fair (1927) by Maruja Mallo source

La Verbena - Surrealismo - Una Historia

Mientras caía la lluvia solo había uno en el bosque
Inhalando el aire fresco, oliendo el olor que envía el cielo. No pudo resistirse a los ricos aromas de la flora de la Madre Tierra. Como un adicto, siguió el olor hasta descubrir una hierba deliciosa.
Justo lo que estoy buscando, pensó felizmente, me vendría bien una taza de té de hierbas caliente.
Al cabo de un segundo tomó la planta en la mano y agradeció a la Madre. El bosque, con una variedad de árboles, arbustos y plantas, era su hogar, de ninguna manera le daría la espalda.

Puso su mano en el baúl

del viejo roble, en un intento de acariciarlo, mientras una luz caía del cielo seguida de sonidos de tambores completamente diferentes al trueno.
No tenía curiosidad, nunca la había tenido y le gustaba que siguiera siendo así. Todo lo que era era el rey sin corona de las hierbas y la cocina, no un fiestero como los del Olimpo.
Las gotas de lluvia no lo desafiaron en absoluto, la pequeña figura en su camino a casa nunca se sentiría enferma hasta los huesos.
La melodía de su flauta bailó en el aire y aterrizó en una suave brisa que extendió el sonido de la armonía y el amor a cada rincón del bosque antes de quedarse dormido.

Señor, ¿no lo sabe?, Cabra hinchada de agonía, es como si las puertas del Infierno estuvieran abiertas. Están locos y te culpan por su comportamiento, su falta de normas y valores, mientras siguen celebrando.

La comida se ve bien,

Me encantaría conocer al cocinero. Su nariz nunca antes había experimentado tales sabores, pero el olor de los pecadores era difícil de ignorar.
¿Cómo se atreven a culparme a mí, la criatura más pacífica y armoniosa? No he cometido ningún pecado.

Se hacen llamar bacanales, dijo el Iluminado, es para honrar tu buen gusto, amigo mío. La comida, la música y el vino son buenos para soltar a las bestias.

¿Qué pasa con el que tiene la cabeza cortada justo en la espalda, por qué la escena con el pecho abierto, el juego con los intestinos? ¿Están seguros de que esas mujeres no son hombres vestidos? ¿Están esos tipos en lo cierto? ¿Qué pasa con el hombre santo, ese mirón? ¿Notaste incluso que apareció el cíclope Polifemo?
Es una cacofonía, el peor conjunto orquestado por ricos, religiosos y borrachos asquerosamente enfermos. ¿Dónde está Hella? Debe estar ocupada.

Es repugnante, pensó Baco, y cerró los ojos. No podía soportarlo más, pero las imágenes de lo que había visto, la obscenidad de la humanidad, eran difíciles de negar. No hacía falta pintar un cuadro, el collage quedó grabado en su memoria, grabado en su retina, era imposible borrarlo. ¿Fue culpa suya, fruto de una viña, de un buen vino? De ninguna manera él tenía la culpa.

No hay diferencia entre raza, género y rango ¿cómo pueden disfrutar del olor de la lluvia, de una deliciosa comida o degustar un buen vino si prefieren beber sangre? ¿Son estos asesinos caníbales?, preguntó Pan, sorprendido, ya no estaba de humor para tocar la flauta.

No puedo arrojar luz sobre eso, comentó Lucifer, al igual que tú, no estoy emocionado de conocer y saludar a ninguno de estos idiotas. Vámonos antes de que se nos vaya de las manos, antes de que Cabra y Cernunnos acaben en un guiso o estos bárbaros decidan comérselos vivos.

Esto no tiene nada que ver conmigo, declaró Bachhus, le enfureció que lo acusaran falsamente.

De hecho, es malo,

Dijo el Iluminado mientras se reunían en la oscuridad. Ninguno de ellos podía olvidar lo que habían visto, era demasiado surrealista.

Es La Verbena, explicó Cabra, fue el propio sumo sacerdote quien dio su permiso. Ese hombre es el mayor hipócrita de todos.
Es sólo tu nombre, de hecho eres el perfecto culpable. Nadie sabe quién eres ni qué aspecto tienes, por ahora estás perfectamente a salvo, pero no les gustará si ven que vives aquí en perfecta armonía.

Esto es repugnante. Si me preguntas, estamos en camino a la próxima pandemia, interrumpió El Cornudo mientras sostenía sus torques. Nació en el seno de la nobleza y estaba acompañado por sus ciervos y la serpiente. Sus astas eran gigantescas y difíciles de supervisar, al igual que el collar de oro que llevaba alrededor del cuello.
Todos estamos en peligro y tú también, continuó mientras miraba a Cabra, que de lejos no era tan poderosa y amada como Cernunnos, que salía una vez al año con la Diosa.

Al final del día, se corrió la voz de que Pan estaba muerto. Era la única manera de mantener el bosque secreto a salvo contra la pandemia de la nueva era.

La verbena (1927), de Maruja Mallo fuente

11-2-2024
Traducido por google - edición gratuita

Este concurso está organizado por @solperez

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