Hola queridos amigos y amigas de Venezolanossteem, espero que se encuentren bien, Bendecido día. Es un honor participar en el concurso “MI AMIGO(A) DEL ALMA!” organizado por nuestro amigo @palabreador.

Realmente no recuerdo el momento en que nos hicimos amigas o nos conocimos pero si le agradezco a Dios por ese momento. Tantas amistades que he tenido nunca las compararía contigo porque amiga como tu no hay ninguna.

Una vez me dijeron: “Un amigo/a de verdad es que ha estado contigo allí, en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la salud, la que siempre te apoya y te corrige. ¿Tienes una verdadera amistad?” La primera persona que me llego a mi mente fue mi madre porque la madre de uno supera todas las expectativas pero si hablamos de una amiga que no sea de mi sangre sin duda serías tú.

Creo que desde pequeña nos conocemos por parte de la iglesia, creo que danzábamos juntas y no lo recordamos. El destino nos quería juntas. A veces te enseño los pasos que corresponden en la danza y los haces al revés que es algo que me molesta pero respiro profundo y te los vuelvo a explicar, menos mal que solo hay que explicarte dos ves porque si no no fuéramos amigas jajajaja, no mentira, así media quedada te quiero.

Uno de los momentos más lindos que lo pasamos juntas, fue cuando nos bautizamos juntas. Cuando te dije para ver el discipulado juntas no lo pensaste ni 3 veces cuando ya me habías dicho: “Si”. Fue realmente agradable y muy lindo.

Te has ganado tanto la confianza que ya has venido como 2 años a la cena familiar el 24 de diciembre. Mi madre te quiere como una hija, ¿que más quieres? Aunque tu mamá también es mi mamá. Por eso digo, más que una amiga eres como una hermana para mí.

Eres una gran amiga, eres de esas pocas amistades que quiero perder. Aún recuerdo aquella vez que íbamos un amigo, mi mamá, tú y yo para un ensayo, que me pare y te dije: “Shamira, una foto aquí” y al seguir caminando me caí y tú en vez de ayudarme estabas muerta de las risa. Tranquila, que algún día te vas a caer y estaré allí para reírme de ti en vez de ayudarte a levantar.

Le pido a Dios que nuestra amistad dure para toda la vida, que en momento de molestias nos fortalezcamos más. Recuerda siempre, que te quiero mucho y no quiero perder tu amistad.