En el colegio, recuerdo que en la semana del árbol, nos hacían pintar el Araguaney, hacíamos muchos dibujos disparatados, claro , apenas tenía 8 años, y no tengo nada de eso... jajajaja. El himno del árbol lo cantábamos y hasta hicimos varias siembras de árbol. Pero les digo algo, nunca he visto de cerquita a un Araguaney, me dicen que son hermosos y grandes, y que cuando florecen siempre están de amarillo, dejan una alfombra de flores amarillas y es un espectáculo muy bonito, hasta que alguien debe recoger todo eso.

El Turpial, nuestra ave emblemática, de hermosos tonos negros y amarillos, brillantes colores que hacen contraste el uno con el otro, lo que más me llama la atención son los colores alrededor de su ojo, son hermosos. Pero tampoco he visto uno de cerca, aunque para hacerlo tendría que estar enjaulado y entonces prefiero que no sea así. Algún día veré uno volando y de cerquita.

La Orquídea, esas sí las he visto!, de cerquita, blancas, amarillas, rosadas, pero como la de foto no todavía. Es una planta parasitaria, que crece en el musgo de los árboles, necesita de mucha humedad y al mismo tiempo algo de sol, pero mucha sombra. Son rarísimas, hay muchísimos tipos, y son costosas para comprarlas, florecen una vez al año y por poco tiempo, según me dijeron en el colegio. Lo más importante es que tanto el Araguaney, el Turpial como la Orquídea, representan nuestra flora y fauna Venezolana, lo mejor de lo mejor.

Orgullosa de lo nuestro, de nuestras raíces, de nuestra Orquídea, nuestro Turpial y nuestro hermoso Araguaney.