Emigrar no es una decisión que se toma de un día para otro. No en un país (sí, con un sistema económico dividido ) donde no caen bombas explosivas como para no pensarlo y correr por la vida. Muchos venezolanos, sin oficio o profesión, se aventuran a otros países con la ilusión de vivir en mejores condiciones. Pero, estos países nos llevan la delantera ¡En tantas cosas! Solo estando en otro país se entiende la dimensión de lo obsoleta y arruinada que está Venezuela. No solo arruinada económicamente sino en principios, moral y para empeorarlo mucho más, a nivel educativo.

La gran mayoría estos venezolanos son menores de 30 años, no tienen habilidad en alguna disciplina. Algunos, ni siquiera el bachillerato culminaron. Se puede apreciar su bajo nivel cultural al oírlos comunicarse en una jerga que solo tiene sentido para su grupo. ¿Cómo pretenden integrarse en otro país? ¡No saben hacer nada, ni siquiera pasar una escoba! Y lo peor es que la misma arrogancia de su juventud les hacer creer que son merecedores de oportunidades que no se han ganado.

Los que logran hallar empleo (estando irregular) se quejan del poco salario o de las muchas horas de labor que le resta tiempo para el relax. La realidad los golpea, porque nunca se tomaron la delicadeza de estudiar la cultura, leyes y reseñas del país al que emigraron. Pretenden que se parezca a la Venezuela de ahora, donde cualquiera hace lo que le da la gana y se sale con la suya. Se llevan ese chip en su cabeza y tal cosa, es un paso seguro al fracaso.

Si a los profesionales se les hace cuesta arriba lograr ser contratados en su área, menos oportunidad tendrá alguien que no se ocupó ni de aprender a fregar bien el plato donde comía en su casa. No se puede llegar a otro país sin saber hacer nada, eso lo convierte en un estorbo. Nadie espera con los brazos abiertos a este tipo de persona.

Si no se tiene, hay que desarrollar la humildad para aceptar que inicia de cero, que usted no es nadie. No existe. Un grano de arena más de la playa. No importa cuán hermosa casa tenía, cuántos carros, ni si pertenecía a la élite de su ciudad o si era el director general de alguna empresa (que le hacía sentir poderoso); le toca limpiar baños. Bájele al ego, hágalo bien, conviértase en un experto. Hay que pensar que eso que hacemos hoy es solo un paso, quizás un trampolín a lo que queremos.

Una amiga trabaja como señora de servicio, no sabía planchar. Buscó en Youtube los mejores trucos para aprender y se siente feliz, !Aprendió algo más! Esa es la vuelta que ella le da. Ya ni se acuerda que fue directora de una escuela. Mientras, con lo que gana, va remodelando su casa en Venezuela.

Lo peor que se puede hacer es emigrar sin dinero, sin amigos o familiares que le esperen. Quién se arriesga sin tener respaldo, le queda luego bien cursi hacer videos en TikTok exigiendo derechos que no le corresponden.

Emigrar es un acto de mucha responsabilidad, no puede ser movido por la "moda", lo que se dice en redes sociales o dejárselo a la suerte.

Me encantó tu propuesta amiga. Tenía 5 meses sin participar en Steemit. El tema me pareció apropiado para llamar a la reflexión de aquellos que quieren lanzarse a la aventura sin sopesar los riesgos.